El día 11 del mes de noviembre del año en curso serán las elecciones del Colegio Médico Dominicano, según el artículo 21 del reglamento electoral; este mismo artículo expresa que “El período para las elecciones del Colegio Médico Dominicano se inicia 45 días antes de las votaciones,..” y ya, dos meses antes de iniciarse el proceso electoral, se rumora la existencia de muchos candidatos, unos a la clara, y otros todavía tapao.
La lista de aspirantes va por nueve, con posibilidad de que se agreguen otros en los próximos sesenta días, que es cuando inicia la campaña electoral; ya algunos tienen sus mini-afiches alusivos al proceso electoral; algunas posiciones extremas desde el punto de vista gremial, reuniones insólitas de algunos otrora vistos como “agua y aceite” e injerencia de partidos políticos en el ámbito gremial.
En un extremo encontramos a sectores de poder que están respaldando económica y logísticamente a un pasado presidente del CMD, quien al ser electo se destapó como gobiernista, dándole la espalda a los reclamos de los médicos, se rumora que ya está recorriendo el territorio nacional en una jeepeta asignada para esos fines; mientras en el otro extremo vemos al presidente actual del CMD cual Don Quijote de la Mancha, con su amigo Sancho Panza , o como el pescador con su bacalao a cuesta, haciendo ingentes esfuerzos por dejar un heredero de línea dura que continúe el derrotero de desaciertos en que tiene inmerso al CMD.
Con la división reinante en los dos grupos mayoritarios, con la pretensión del gobierno de apropiarse del gremio y el intento del presidente de mantener su insensata estrategia, los “Grupos Emergentes” tienen la oportunidad de oro, para lograr el favor de los médicos ceemedeistas auténticos y enrumbar al CMD por un camino de institucionalización, cumplimiento de la ley de colegiación 68-03, tener un plan de gestión consensuado, tener un programa de gestión y un presupuesto en cada gestión como herramienta de control y desarrollo, tener una propuesta sanitaria, tener representación democrática de los movimientos gremiales en la Junta Directiva, erradicar la política partidista de nuestro gremio, insertarnos en los estamentos de la Seguridad Social, coadyuvar al cumplimiento de la ley 87-01, ejecución de proyectos sociales e infraestructuras económicos que beneficien nuestra institución y a cada uno de sus miembros ,
Debemos encontrar una propuesta refrescante, inteligente y sabia. No podemos permitirnos caer nuevamente al vacío, no permitamos bajo ninguna circunstancia la injerencia política en nuestro gremio, a este paso y con todas estas debilidades internas y estas amenazas externas, podría peligrar el desarrollo o hasta la existencia misma de nuestro centenario gremio.
