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La traición de un político

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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A la palabra traición los diccionarios la definen simplemente como faltar o/y engañar la lealtad que otros pusieron en nosotros.

Pero debemos agregar nosotros que la lealtad es el fundamento de la vida en sociedad.

Cuando se ilustra la traición se recurre a la muy fuerte y repulsiva imagen de la ignominiosa puñalada por la espalda o a Judas besando en la mejilla a Nuestro Señor.

Es lo que los perredeístas de Santiago atribuyen al Síndico José E, Sued.

¿Qué hizo José E. Sued para merecer ese epíteto?

Los del PRD hicieron un pacto político en las elecciones de medio tiempo, y lo llevaron de candidato en la recordada Alianza Rosada, y cuando ganó se alzó con el santo y la limosna.

Su primer paso fue desconocer a la dirección del PRD en Santiago; su segundo paso, el más terrible y que casi lleva al llanto a algunos dirigentes del partido blanco, el pactar de manera individual con algunos dirigentes y regidores a cambios de canonjías, sueldos, nombramientos y contratas.

Si bien es cierto que la gestión de los asuntos públicos no es un credo ni tabla de valores absolutos, no menos cierto es que el que llega a Síndico o cualquier puesto público por medio de pactos y Concertación, debe mirar esta última, como vehículo de respeto e instrumento de ética.

La traición rompe la solidaridad, el respeto y el apoyo mutuo, base del orden social.

La lealtad que se pedía es la que exigen los religiosos, los partidos, etc., que legitima y realza valores, no la del interés criminal de la mafia o la camorra, que depende de la lealtad entre los mafiosos.

El rompimiento del pacto de José E. Sued con el PRD se produjo por la amenaza de perdida de privilegios, de cargos y posiciones, del temor de perder la comunidad y el resplandor del Poder.

José E. Sued, es claro, no asesinó a puñaladas por la espalda a nadie, sino a mostrado con el dedo un cuerpo(al PRSC) en agonía o ya frío al cual, seria preferible dar cristiana sepultura en la venidera elecciones de medio tiempo.

Por sus actitudes con los que pacto, por el trato dado a sus empleados, por el mal manejo en el gobierno municipal, por el nepotismo reinante en el cabildo santiagués, se les ha hecho tarde a José E. Sued exigir a los reformistas, relacionados y amigos lealtades hoy, membresías eternas, reverencias a valores desvanecidos.

Se que hay que escribir, actuar y opinar muchas veces con prudencia y sensatez, sin rasgar vestiduras, pero hay que dar la alerta necesaria a los demás partidos, para que no se dejen coger de tontos útiles.

Se que el hombre y la mujer de abajo que se deja engañar continuamente por políticos, por predicadores, hasta por comunicadores de alta talla, porque su mente no le da para acceder al pensamiento de lo verdadero, al final votará y apoyará al que le parezca, esa es la democracia, pero yo debo criticar y pedirle explicaciones, como ciudadano y periodista conciente.

Entonces uno se pregunta ¿Merece José E. Sued permanecer en el Gobierno Municipal?

Creo que debemos apelar al cambio, a la necesaria alternancia en el poder.

No nos dejemos embaucar, sus acciones y omisiones lo delatan.

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