La Secretaría de Medio Ambiente pide a la población del Gran Santo Domingo y a las organizaciones a aprovechar las grandes potencialidades de los ríos Ozama e Isabela y reiteró que la responsabilidad de preservar este hermoso recurso natural debe ser compartida entre el Estado y la sociedad.
Jaime David Fernández Mirabal hizo un llamado a la población y a las organizaciones sociales a cambiar la forma como se relacionan con los recursos y a “vivir de frente al río”, no de espaldas a él, por lo que exhortó a los ambientalistas a aunar esfuerzos para que proyectos como el rescate de los ríos Ozama e Isabela, que ejecuta la institución.
El funcionario ponderó los beneficios que proyectos como los antes citados tienen para que las personas cambien su nivel y estilo de vida, porque en vez de vivir de espalda a esos ríos pueden aprovechar, de forma sostenible, los beneficios de su entorno para la recreación sana y el esparcimiento.
“Los que residen en torno a esos recursos hídricos, en vez de vivir de espalda a ellos, tienen que vivir de frente aprovechando en racionalidad y de forma sostenible las potencialidades de estos recursos”, enfatizó Fernández Mirabal.
El secretario también citó otros proyectos para cuya ejecución estos grupos deben unirse canalizando todas sus energías para la protección y recuperación de áreas importantes como el Parque Manantiales del Cachón de la Rubia, el Parque Nacional Humedales del Ozama, el Parque Ecológico Los Tres Brazos, el Parque Ecológico de Laguna Dulce y Laguna Salada y el parque Mirador del Oeste, que se encuentran bajo gran amenaza.
El funcionario anunció la ejecución de varios proyectos que requieren de la integración, el cuidado y el cariño de los grupos organizados porque “aunque no tenemos que coincidir en todo, en lo que estamos de acuerdo debemos ponernos a trabajar”.
Fernández Mirabal pidió a las personas que no viertan desperdicios en el cauce de los ríos y llamó a los gobiernos locales a asumir un mayor compromiso para desarrollar las riveras del Ozama e Isabela, cuyas riquezas naturales representan grandes oportunidades para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones que las rodean.