Una vez más hace reflexionar el pensamiento martiano cuando sustenta que “las campañas de los pueblos sólo son débiles, cuando en ella no se alista el corazón de la mujer” y añade más adelante que “cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible".
Esto viene a cuento de la graduación de cincuenta mujeres policías destinadas, específicamente, a la Ciudad Colonial, como agentes especializadas en la protección y orientación de los visitantes, sobre todo extranjeros.
De manera que esta añeja e histórica zona de la capital dominicana, que tantas riquezas culturales y patrimoniales alberga, se adorna con la belleza femenina de quienes estudian, además, en las universidades del país y cuya formación como agentes de la Policía de Turismo (POLITUR), responde a un proyecto que coordina la Dirección de Turismo Cultural de la Secretaría de Estado de Cultura.
Y es que, si de verdad hay un empeño sólido por mantener la posición de la República Dominicana como inequívoco destino turístico, no sólo se trata de cuidar y ofrecer una confianza que afiance la seguridad de quienes nos visitan y mantener en cero la criminalidad; sino de informarles, orientarles y que vean en quienes les atienden una fuente cultural y la preparación profesional que contribuye con su estadía.
Válida esta iniciativa, no sólo para la Ciudad Colonial de la República Dominicana, sino para cada rincón del territorio nacional, rostro de una nación que defiende su dominicanidad y tradiciones y sobre esa base multiplica sus expectativas como polo turístico ante el mundo entero.
