La sociedad dominicana y otras sociedades en diversas latitudes, conocen la lucha por demandas reivindicativas del Colegio Médico Dominicano; el justo aumento salarial del sector salud todavía no ha sido abordado con la seriedad y la urgencia que amerita de parte del sector oficial, y los dirigentes gremiales hemos carecido del conocimiento y la sabiduría en la presentación de nuestras demandas en un mundo diferente, donde no basta decir que quiero, deseo o necesito, sino que tienes que justificarlo y demostrarlo.
La lucha se ha centrado en reeditar las viejas estrategias, obviando los cambios en cuanto a leyes, métodos, formas, mentalidades y necesidades de la sociedad en los últimos años; es por esto que tenemos un gremio estancado a lo interno y desvinculado a lo externo, sin una propuesta sanitaria en el marco de las leyes 42-01(ley General de Salud), 87-01(ley de Seguridad Social) y 68-03(ley de Colegiación Médica) que justifique técnicamente las demandas reclamadas.
El tiempo siempre le ha favorecido al sector oficial, es por esto que han apostado al desgaste de la lucha y al cansancio de los dirigentes, haciéndolo caer en un surmenaje mental, en la desesperación y en la ejecución de actos de violencia que tira por tierra mucho de lo logrado en la opinión pública y dejando mucho que desear como profesionales de la salud.
Producto de la radicalización del proceso de lucha y del fatídico error de algunos dirigentes perpetrado en el hospital Francisco Mocoso Puello, el sector oficial y el CMD se juntan en la mesa del diálogo a buscarle una “solución” al conflicto y lo decimos entre comillas, porque no somos optimistas en lo que pueda salir de ese diálogo, sin discutir una propuesta sanitaria que se involucre en el fondo de los problemas y necesidades del sector y su inclusión real en los espacios de la Seguridad Social.
La acción irracional y descabellada de los dirigentes gremiales, dio la oportunidad al sector oficial de colocarse a la ofensiva con un mejor posicionamiento en el proceso, controlando la situación en la mesa de negociación y haciendo perder tiempo al CMD en la nueva situación creada con los cancelados, quienes se suman a la lista de cancelados gremiales encabezada por los doctores: Cristian Polanco, Pedro Ignacio Pérez y Danilo Martínez (miembros y asesores de la Junta Directiva Nacional), y la colocación del tema de las cancelaciones como punto número uno de la agenda de discusión, desplaza a una segunda y condicionada posición el punto fundamental de este proceso que es el aumento salarial.
En medio de este ambiente de lucha, cancelaciones y negociaciones se observa un fuerte movimiento de aprestos electorales, donde se suman más aspirantes; muchos inician sus insinuaciones como “Mesías” que vienen por las nubes y son esperados con ansias por un grupo anencefálico gremial, cuya única virtud según los iluminados, es de revivir muertos.
Los grupos “emergentes” con una oportunidad de oro, todavía se mantienen amagando, dejándose arrastrar y bailando la música de los desahuciados gremiales le tocan y no terminan de reagruparse en torno a un programa y definir un perfil de liderazgo que niegue radicalmente las actitudes del pasado y habrá un espacio diferente, tanta en lo concerniente a la reforma de sector salud como a la misión de nuestro gremio y la visión de: ¿qué tipo de gremio queremos?
Esta ronda de negociación será una más, aquí no habrá nada nuevo, porque todo está dicho: no hay fuentes ni recursos para el aumento salarial del sector salud, existe la posibilidad de contemplarlo en el presupuesto del próximo año, el presidente no tiene programado reunirse con el CMD, etc., etc., etc.,, entonces, déjenos de succionarnos el pulgar derecho, todo será para el año próximo, con otros actores, y la única posibilidad que tiene este dialogo es de amarrar un posible aumento salarial, que será importante si se toca el fondo, y se solicita un incremento sostenido en el presupuesto del sector salud que permita incorporar a los excluidos del sistema, aplicando correctamente el mandato de la ley 87-01, de Seguridad Social.
Hay que prepararse de cara al futuro, el Colegio Médico urge de dirigentes capacitados y sabios en la misión y la visión de dirigirnos en los cominos de la prosperidad económica, científica y social, e integrarnos en los nuevos cominos trillados por el Sistema Nacional de Salud, el Sistema de Seguridad Social y la ley de Colegiación Médica (68-03).
Felicitamos a los médicos y médicas en su día y al 118 aniversario de su gremio, Colegio Médico Dominicano.