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Gonzalo: cuando la lucha empodera un pueblo

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La palabra empoderamiento está de moda. Los organismos internacionales abogan por el empoderamiento de las familias o de las comunidades para superar condiciones que son adversas a partir de su esfuerzo propio o de iniciativas comunitarias. Ese proceso pasa, en general por un proceso educativo. Paolo Freire es el primero y principal educador que desarrolló su labor con el objetivo de empoderar los oprimidos para su concientización y lograr que se liberen de las cadenas de la opresión y de la ignorancia a través de un proceso político.

Se trata de técnicas de la educación popular que todo líder comunitario debe conocer, en lugar de ideologizar con dogmas ininteligibles importados de otras realidades como lo hicieron los militantes de los 60´s, cuando se consideraron la vanguardia política de sus respectivos pueblos. (Resumen de dos tendencias frecuentes en nuestro medio, donde los militantes de partidos de izquierda, prefirieron dogmatizar que prestarle atención a los preceptos de Paolo Freire, concientizar a partir del estudio de la realidad inmediata).

En el caso de la construcción de una cementera en Gonzalo, provincia de Monte Plata, (en la formación kárstica de Los Haitises), muchos hablan de un fenómeno social nunca visto antes, ya que sienten que es la primera vez que una lucha ambiental genera tanto apoyo, donde todos los grupos sociales se mezclan, donde las corrientes ambientales se complementan y no se enfrentan y sobre todo donde todas las generaciones confluyen. En ese aspecto, la lucha contra la cementera es del pueblo, de la nación, eso es lo nuevo.

Analizando ese caso, que opone la mayoría de la población a nivel nacional a los empresarios-inversionistas, 85 % según una encuesta, podemos avizorar varias posiciones o lecturas ambientales: la juventud y la gente, en general, adoptan posiciones conservacionistas (protección del medio natural en detrimento del ser humano), otros son ecologistas (biólogos en general), otros se dicen especialistas en manejo (agrónomo), mientras los empresarios consideran la naturaleza como base material y una ultima corriente, como la que asumo, es de la ecología política (lógica del modelo de desarrollo y recursos naturales). Por esas posiciones frente a la naturaleza, los grupos se enfrentan pero en el caso de la cementera, las posiciones se complementaron.

Se construyó así, una conciencia colectiva multidirecional: sobre la función económica del karso (agua) pero no se menosprecio su valor paisajístico (los mogotes, los manglares) que aprovechado en ecoturístico, se convertiría también en valor económico para las poblaciones ahí instaladas. Otro sentimiento profundo es la indignación frente al convencimiento de que intereses económicos privados se quieren adueñar de un bien de la Nación, Los Haitises. Se concientizó sobre la importancia de proteger especies en peligro o en vías de extinción.

El país hizo conciencia sobre la necesidad de interactuar con los elementos físicos naturales con precaución, pero también sobre la necesaria nueva opción en materia de gestión y de manejo donde se privilegie el ser humano en la naturaleza y que las propuestas de manejo involucren las actividades del ser humano, incluso mejorando sus perspectivas de ingresos y de calidad de vida.

Se evidenció la des-institucionalización del Estado, desde los más altos estamentos del Estado, se mostró como los Estudios de Impactos Ambientales mitigan todos los efectos, sin contemplar los impactos acumulativos en el Territorio. Pero, lo que evidenció es la necesidad de implementar Estudios de Impactos Estratégicos, los que analizan y evalúan los efectos e impactos de las Políticas, donde se contemplen los efectos acumulativos y sus impactos previsibles en una región o una zona. Esos estudios son novedosos ya que prevén los efectos de decisiones políticas, antes de que se implementen. Estos propician la ocasión de poder variar las opciones seleccionadas o su adecuación a las condiciones socio-naturales del medio físico.

El caso de la cementera también será la oportunidad para gestionar una nueva categoría de manejo del Parque (en lugar de IV del IUCN) como paisaje natural y patrimonial del Caribe, categoría V donde se resalta los valores culturales de civilizaciones pasadas (grutas) de las actuales (Samaná, Sánchez valor patrimonial arquitectónico, el Bajo Yuna, con su cultura del arroz,) la bahía de Samaná por su valor económico, paisajístico y la fauna y flora que alberga (ballenas, aves, especias marina, manglares).

Con la “cementera” todos los niños/as de Gonzalo ya saben lo que son los alisios, que afectan la zona y a Gonzalo en particular.

Lo más extraordinario del despertar de conciencia de Gonzalo salieron de las expresiones populares en la Asamblea que se efectúo con los consultores del PNUD. Y para testimonio sobre los efectos avasalladores de la educación ambiental, de la educación cívica, o mejor dicho de la ciudadanización de la población, citare cuatro argumentos de la comunidad en dicha asamblea:

“Si hemos luchado por la democracia, con nuestros muertos, ¿por qué nos quitan la tierra por la fuerza y con muertes, como si no estuviéramos en democracia”?

“ Para convencer algunos, los Estrella´s tienen que repartir chelitos en la población de Gonzalo, cuando siempre fuimos unidos antes”

¿Por qué permiten una CEMENTERA si hace algunos meses nos negaron un cementerio porque iba a contaminar las aguas subterráneas”? ¿Y la cementera, no?

Balaguer desalojó toda mi familia, de la Osua , tumbó el conuco, la casa, destruyó donde sembrábamos yautía, jengibre, plátanos, porque estos frutos contaminaban el agua subterránea (Eleuterio Martínez)…………..¿ hoy, permiten una cementera donde estaba mi conuco ¿y ella no contamina más que mi conuco?

Eso es empoderamiento, se consiguió mezclando la ciencia con la conciencia, analizando la cruda realidad social de Gonzalo, la pobreza y el desempleo, las manías desarrolladas por un nuevo grupo empresarial, enriquecida por las obras que les dio, grado a grado, el gobierno de Leonel Fernández. No valió el apoyo de la Iglesia , de la Universidad privada de Santiago, del Poder y del Dinero repartido en algunos medios de comunicación, no pudieron torcer el brazo a ese nuevo frente que se formo, liberado de la impotencia y la sumisión por la acción liberadora de la educación popular y ambiental.

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