El mensaje de un gran amigo hizo que nacieran estas líneas de inmediato. Resulta que además de las preocupaciones económicas, eléctricas, constitucionales, educacionales y de salud que azotan a la sociedad dominicana, por sólo nombrar algunas, hay otra que pone la piel de gallina: se trata de la proliferación de bandas callejeras con actuaciones delictivas muy peligrosas para la ciudadanía.
Se alude la necesidad de que estén muy alertas las personas que manejan de noche, sobre todo si ven pasar a un vehículo con luces apagadas, al cual no deben avisarle, pues se trata, según informan, de un "juego de iniciación" ejecutado por una de las pandillas callejeras que se hace llamar “Sangre”.
El sangriento juego se debe a la aceptación de un aspirante como nuevo miembro de la pandilla, quien debe conducir así, con las luces apagadas y al primer vehículo que le alerte lo convierte en "su objetivo" de persecución y siniestros propósitos.
Afirman que la policía está alerta ante estos increíbles actos de "iniciaciones de pandilleros"; pero, como bien dice el amigo que escribió al respecto, mejor comunicar a familiares y amigos para que procedan con mucha precaución.
Lamentablemente, como escribe la colega Patria Vizcaíno en un trabajo de investigación sobre bandas callejeras en la República Dominicana, ni sectores de clase media escapan a la problemática.
Nombres como: “Naciones”, "Los Latin King" o "Reyes Latinos", Las Panteras, "Los Blood" o "Los Sangres", "La 42”, "Los Yeta" y "Amor y Paz", están entre estas pandillas, “matizadas por un lineamiento de clan jerárquico con expresiones violentas, que guardan gran semejanza con tribus urbanas desarrolladas en Latinoamérica y los Estados Unidos”.
Ojalá acaben de asumirse medidas y políticas estatales que se ocupen de la formación de nuestros jóvenes y de su acertado desarrollo. De lo contrario, es mejor no pensar en lo que puede ser el futuro de la nación.
Por ahora, cuidémonos de noche, y también de día…