“La Corrupción en el Ayuntamiento de Santiago, Resumen Ejecutivo”, es el nuevo libro del periodista e investigador Esteban Rosario. Con minuciosos detalles nos presenta y desmonta las irregularidades, el nepotismo y la corrupción que hasta con una simple radiografía visual observamos en el cabildo santiagués.
Él, con responsabilidad, nos muestra los números y las personas beneficiadas con las malas prácticas clientelal y corrupta del Ayuntamiento de Santiago.
En su libro. Esteban narra, informa con honradez y veracidad lo que muchos callan de la actual gestión municipal.
La actitud de este periodista, su denuncia responsable nos hace preguntar ¿Quiénes son los poderosos y quiénes los impunes, los medios, los periodistas o los políticos?
¿Qué tipo de relación se establece entre el ejercicio del periodismo y el ejercicio del poder político?
Sin dudas, hay una triangulación directa entre el periodismo, la sociedad y la política. Su relación es compleja… para algunos es una relación casi amorosa, esta categoría tiene el inconveniente de que la dimensión político-financiera condiciona férreamente al periodismo. Con ella se busca influir, crear monopolio y hegemonía política. Son los periodistas ventrílocuos del poder. Viven subordinados al poder político y económico. Se desentienden de los efectos sociales de su labor, amparados en una supuesta objetividad periodista, que en verdad no existe.
Los otros periodistas, el grupo al cual que pertenece Esteban Rosario, son los periodistas rebeldes, los que cuestionan con responsabilidad y tolerancia y son libres de elegir qué investigar.
El poder sabe que cuando hay un periodista rebelde, hay un problema.
El poder político (entidades gubernamentales) y el Ayuntamiento aquí en Santiago controlan un importante sector de la prensa, y es muy lamentable que se hayan convertido en un brazo manipulador. Están en una actitud cómplice ante el nepotismo y la corrupción que bien documentada denuncia en su libro Esteban Rosario.
A mayor corrupción en las esferas del poder, mayor es la decadencia y pobreza intelectual en los medios de comunicación. Estamos observando en Santiago un cuadro desolador y lamentable en el ejercicio periodístico.
Gracias que en medio de una prensa en Santiago poco fecunda en el terreno cultural y hundida en la mediocridad, surge, se mantiene, Esteban Rosario dándonos buena cátedra de periodismo responsable y contrapeso del poder.
Muchos ejercen la comunicación de manera desastrosa y como una caricatura ridícula de periodismo.
Hay políticos que creen que no tienen que rendirle cuentas a nadie más que a sí mismo.
Manejan las funciones públicas como una empresa o finca privada, se niegan a la rendición de cuentas por el temor a ser develado en sus inconductas y nepotismo como el que denuncia Esteban, donde la hermana del Síndico, Benny Sued, es la directora del departamento de Plazas y Parques del Ayuntamiento y Yenen Cordero, esposo de Carla Candelaria Sued, es el encargado de compra del cabildo y la sobrina del síndico, Wanda Gessell Candelario Sued, hija de Benny Sued, es la encargada del departamento de Protocolo.
Además, en el libro se revela que el primo del Síndico, Simón Sued, es supervisor y Miguel Sued es quien vende los adoquines que se utilizan en los arreglos de los parques, a través del departamento que preside Benny, la hermana del Síndico.
El que repara los vehículos del Ayuntamiento es el primo del Síndico, Fernando Sued, propietario de un taller mecánico en la calle Padre Las Casas.
Pero, lo más alarmante de la denuncia contenida en el libro de Esteban Rosario, es la revelación de que el Jefe de Seguridad del Síndico (guardaespaldas), Ambiórix Jiménez, tiene un salario de RD$15,870, menos un descuento de RD$4000. Pese a ello, compró un BMW 2002, y otro 2005, cada uno cuesta US$ 125 mil.
También este mago de la economía y el estiramiento del dinero, adquirió un apartamento millonario en el residencial Jardín Real, en villa Olga, donde reside con su familia.
Además, dos hijos suyos trabajan en el Ayuntamiento. Angélica Birmania Cabrera, madre de dos hijos de Jiménez Cabrera, tiene cuatro contratas para construir aceras, contenes y badenes y ha recibido del Ayuntamiento
RD$ 1,754,790, aunque sólo es ama de casa.
Todo lo revelado por el periodista Esteban Rosario, su “destape” sobre el nepotismo y la corrupción en el Ayuntamiento de Santiago, conduce a pensar que ya no puede dilatarse la obligatoriedad, la exigencia del pueblo, de los ciudadanos sobre la rendición de cuentas de los que manejan los recursos del Estado, de los Ayuntamientos, de los funcionarios públicos, de los diputados, senadores, regidores, etc.
El autor es periodista
Frontera25_@hotmail.com