Preocupa cantidad escuelas operan en casas alquiladas

Haina.- Alarma la gran cantidad de escuelas públicas que funcionan en viejas casas alquiladas y hasta prestadas en República Dominicana. Y es más preocupante aún, el hecho de que las autoridades se atrasan en el pago de las mismas, incluso en algunas donde el costo de alquiler no supera los RD$1,000.

La situación ha sido la misma en las escuelas visitadas por DominicanosHoy.com en las últimas semanas. La realidad es que el sistema educativo dominicano necesita de atenciones reales y serias, porque más deprimente no puede ser.

Con la población en edad escolar del sector Villa Penca, en el municipio de Haina, la situación es más esperanzadora, pues están a la espera de que el gobierno les entregue el centro educativo que acaba de construir, para dejar las dos viejas casonas que por más de 20 años ha servido de escuela en la zona.

Alrededor de mil niños y jóvenes piden a gritos la entrega del centro educativo, que llevará por nombre Juan Pablo Duarte, ya construido, amueblado y equipado, pero que inexplicablemente el gobierno no les ha entregado.

Los estudiantes no pueden ocultar su frustración y el deseo de dejar atrás las desagradables vivencias escritas por más de 20 generaciones en las sucias paredes de las 10 aulas, donde hasta el momento funciona la escuela Juan Pablo Duarte.

El centro educativo fue fundado en el año 1975, y empezó a operar en una casa alquilada, de donde años más tarde fue movida a otras dos viviendas, porque la población estudiantil iba en aumento.

Con el paso del tiempo, esas viviendas fueron destruyéndose y las plantas físicas empezaron a mostrar muchos desperfectos, motivando que la comunidad exigiera la construcción de un centro escolar, lo que lograron 13 años después.

El zinc que sirve como techo muestra grandes perforaciones, por donde penetra el agua en tiempo de lluvia, obligando a suspender la docencia. También la madera está carcomida y algunos tramos parecen caerse en medio de los salones.

Igualmente, las paredes muestran pronunciadas grietas y de las persianas sólo quedan pedazos de madera corroídos y desprendidos, en otros casos han desaparecido por completo debido a la carcoma.

Las casonas no tienen baños ni áreas de recreación, por cuya razón los alumnos no gozan del recreo. Hembras y varones utilizan los alrededores de las destartaladas viviendas para hacer sus necesidades fisiológicas o en un retrete.

Las aulas están atestadas de muchachos, unos 50 en cada salón, mientras las butacas, pizarras y escritorios, lucen deteriorados.

El nuevo centro educativo Juan Pablo Duarte fue construido a poca distancia de las viejas casonas. Consta de tres niveles y 16 aulas para el nivel básico y dos para educación inicial.

Posee ocho baños y dos oficinas administrativas, además de laboratorio de computadora, área de orientación y una cocina. Tanto las aulas, como las oficinas y el laboratorio ya fueron equipados con los mobiliarios requeridos.

Igualmente, el centro cuenta con paneles solares para suplir la energía eléctrica y una amplia área para recreación con jardinería ambientada con una gran variedad de flores y plantas exóticas.

La nueva escuela posee también una cancha mixta para la práctica de baloncesto y voleibol, ésta es la primera y única instalación deportiva con que cuenta esta populosa barriada.

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