New York, (PP).-La Administración para la Seguridad en el Transporte (TSA, por su sigla en inglés) dejó libre a las aerolíneas particulares de la responsabilidad de realizar el cotejo de las listas de control de pasajeros antes de la partida, y traslada esta tarea de control.
El anunció fue hecho por la Administración reguladora de la Seguridad en el Transporte para fortalecer y definitivamente implantar el programa Vuelo Seguro (Secure Flight), con el cual pretenden reforzar la seguridad de los vuelos comerciales domésticos e internacionales a través de un mejor control de los datos de los pasajeros.
En el marco del programa Vuelo Seguro, la TSA exige que las compañías aéreas soliciten a los pasajeros información específica cuando realicen la reserva. La información solicitada se conoce por la sigla SFPD, que corresponde a datos del pasajero para un vuelo seguro.
Los datos que le corresponderán a las líneas aéreas solicitar incluye, Nombre completo- tal como aparece en el documento oficial de identidad del pasajero, que no puede estar vencido- fecha de nacimiento, género, número Redress, si tiene, para evitar errores de identificación en las listas de control de vuelos en el futuro.
La TSA en el programa Vuelo Seguro, hará cumplir con todas las disposiciones oficiales, y esta trabajando intensamente con la industria de viajes como agencias de ventas, agencias de viajes, otras compañías aéreas y proveedores de sitios de Internet, con el objetivo de garantizar que se recaben las informaciones obligatoria en las reservas realizadas por todos los medios.
Al recabar las informaciones las líneas aéreas, y los agentes de viajes deberán enviarla a la TSA, y este organismo se encargará de verificar los datos comparándolos con diversas listas de control de seguridad. Si se proporciona esta información por adelantado, la implementación del programa Vuelo Seguro no implicará ninguna modificación para la mayoría de los pasajeros.
Todas estas normativas en los vuelos, han surgido a partir del atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, que cumple año este mismo mes, (comúnmente denominados como 9/11 en el mundo anglosajón y 11-S en España y Latinoamérica), fueron una serie de atentados suicidas que implicaron el secuestro de cuatro aviones de pasajeros por parte de 19 miembros de la red Yihadista Al-Qaeda.[1]
Los secuestradores se dividieron en cuatro grupos, cada uno de ellos con un piloto que se encargaría de pilotar el avión una vez ya reducida la tripulación de la cabina. Los dos primeros aviones fueron el Vuelo 11 de American Airlines y el Vuelo 175 de United Airlines que fueron estrellados contra las torres gemelas del World Trade Center, un avión contra cada torre, haciendo que ambas se derrumbaran en las dos horas siguientes.