Cuando se habla de dignidad, solidaridad, honradez y verticalidad en los principios libertarios, hay que mencionar, sin duda, entre los primeros, a Gregorio Luperón.
Y no sólo Puerto Plata le rinde merecido homenaje en este 170 aniversario de su natalicio. La República Dominicana recuerda de manera muy especial al dominicano que siendo apenas un niño aprendió las letras con el sacrificio y la entereza de los grandes. A tal punto, que un día ocuparía la presidencia de la nación que honró con actitudes dignas de imitar al paso de los siglos.
Héroe de la Restauración y exponente de los más genuinos sentimientos patrios e independentistas, el general Gregorio Luperón debe prevalecer en los más profundos sentimientos de las familias dominicanas.
Agrada la noticia de la entrega de un cheque, por parte del presidente Leonel Fernández, destinado a la construcción de la Plaza Gregorio Luperón en el Centro de Puerto Plata. Será prometedor que niñas y niños jueguen en ese escenario y aprendan del hombre digno, que defendió hasta con riesgos de su propia vida a los jefes mambises cubanos exilados en esta nación, sobre todo en momentos en los cuales costaba caro apoyar la gesta independentista de la hermana isla.
Honrar, honra, dice el Maestro, y la mejor manera de homenajear al héroe es la de asumir el gran compromiso de su perdurabilidad y el respeto a su obra.