Algunos favorecen la construcción de la Cementera en el área de los Haitises, ya que se considera como una mejora a la situación de precariedad que se vive allí. Pero, existe una diferencia muy grande entre crecimiento económico no sostenible y crecimiento económico sostenible. El incremento de empleos y actividad que creará la Cementera aumentará los ingresos de aquellos afortunados que serán empleados de esta fábrica.
Si analizamos con detalle la situación, nos damos cuenta que el flujo constante de camiones que se necesita para que funcione la Cementera dañará la inversión de la nueva carretera construida con una inversión de dinero y esfuerzo significantes. Este flujo constante de camiones también reducirá el interés de visitas al área.
Más aún, la contaminación de estos camiones, tanto de ruido, como de toxinas, y los rastros de cemento que dejarán, se convertirán en una norma para las personas que habitan cerca del área, afectando la salud de las comunidades cercanas, unido esto a las consecuencias de contaminación y el rompimiento de flujo de agua que afectará, no solo a las comunidades cercanas, sino no de la región Este completa.
Conjuntamente, esta Cementera, igual que todas las construidas, incluye un proceso de incineración que no sólo contribuye al calentamiento global, sino que junto a las toxinas de los camiones, empeorará las condiciones ecológicas del área.
¿De qué sirve generar empleos y sucesivamente ingresos, si la población tendrá que invertir más en su salud y en la limpieza del área?
Debemos tratar de cuidar a la población y su capacidad para mantenernos a lo largo del tiempo. Al construir esta Cementera empeoramos un área de nuestra isla, que claramente desea y tiene capacidad de superación sólo sobre la base de sus recursos naturales. Si invertimos lo mismo en mejorar las condiciones de nuestros Parques Nacionales podríamos proveerle a las poblaciones cercanas de comunidades sanas y sostenibles. Fijémonos en el sistema de generación de ingresos de los Parques Nacionales en los Estados Unidos.
Vuelvo y repito….es hora de que el gobierno escuche el mandato popular y diga también “No a la Cementera en Los Haitises”.