“Los periodistas también tenemos nuestros leones que cazar. Y la caza casi siempre implica un reto al poder, un gesto de irreverencia, un acto de rebeldía.” J. Ramos
Es verdad que los políticos no tienen un particular aprecio por los periodistas y por la prensa. Pero, en Santiago se da una particular relación entre gran parte de la prensa y el síndico José Enrique Sued.
Ahora resulta que las críticas al Gobierno Municipal, el mal manejo administrativo del alcalde, según muestran las auditorias hechas por la Cámara de Cuentas, es porque no ha aceptado el chantaje de comunicadores que trabajan en programas de radio y televisión.
Qué manera más burda, poco seria de evadir su responsabilidad ante los señalamientos de corrupción y nepotismo que refleja la auditoria de la Cámara de Cuentas, donde le imputan al síndico José E. Sued haber admitido que violó la Constitución, la ley de ética del servidor público.
Claro, los tiranos y los políticos corruptos no ven ni entienden la libertad de expresión y/o prensa como un elemento fundamental de la democracia, indispensable para la transparencia y el buen manejo de los fondos públicos.
Luego del síndico José E. Sued haber afirmado que “periodistas de Santiago quieren chantajearlo”, y de haber expresado que esa es la razón de las denuncias sobre actos de corrupción en el Cabildo, a la gran mayoría de periodistas de Santiago le ha invadido un sentimiento de cobardía. Casi todos han eludido el bulto.
El síndico José E. Sued debe ser responsable de sus aseveraciones e identificar los nombres de los periodistas que le han chantajeado. El Colegio Dominicanos de Periodistas no debe guardar silencio, debe exigir una explicación del alcalde de Santiago.
Alguien dijo que el periodista que se deja censurar pierde su credibilidad, su auto estima y se convierte en un sirviente de los que tienen el poder.
El síndico de Santiago se ha sentido sacudido ante los reportajes de investigación publicados en varios medios, y difundidos por radio y televisión, donde se evidencia la corrupción, el nepotismo de su gestión municipal.
El problema para José E. Sued, es que en Santiago los periodistas, como las naranjas, unos les han salido dulces (la mayoría), otros agrios (las minorías), estos últimos no se han dejado coaccionar para sus fines, para tener una opinión pública que silencie y calle sus componendas y malas prácticas administrativas.
El asunto es que el periodismo en Santiago atraviesa por una de las etapas más crítica, esta explosión de medios de comunicación no es posible sostenerlos en un mercado de apenas un millón de personas, una tercera parte viviendo en niveles de pobreza, con un consumo limitado.
El pastel publicitario apenas alcanza para dos o tres. Esa debilidad es aprovechada por la administración municipal, por José E. Sued, por el gobierno central. A ello hay que agregar los bajos salarios de los comunicadores, imponiéndose la autocensura para preservar el medio de vida.
Un manto de silencio se ha impuesto en las élites de mandos de la sociedad de Santiago en relación a las denuncias de nepotismo y corrupción en el Ayuntamiento. Silencio que ha llegado a muchos comunicadores.
Gracias a Dios que existe un periodismo crítico, no un periodismo chantajista como señala el Síndico de Santiago, un periodismo que denuncia, informa a la ciudadanía con la verdad, y que es un freno para que los políticos no se vuelvan “impunes”, que si quieren mantenerse en el poder, la realidad los obligue a rendir cuentas, no a los medios, sino a la ciudadanía, al pueblo.
Sólo queremos que los políticos sean accountable, como diría Cunill Grau, es decir, responsables de sus actos porque no basta con que el poder se derive “de fuentes legítimas, sino que es preciso que su propio ejercicio sea también legítimo”.
Sólo eso, señor Síndico, que haya una mezcla entre rendición de cuentas y la responsabilización de sus actos como político.
Porque es bueno recordar que el artículo 102 de la Constitución de la República reza así: “Será sancionado con las penas que la ley determine, todo aquel que, para su provecho personal, substraiga fondos públicos o prevaleciéndose de sus posiciones dentro de los organismos del Estado, sus dependencias o instituciones autónomas, abstenga provechos económicos. Serán igualmente sancionadas las personas que hayan proporcionado ventajas a sus asociados, familiares, allegados, amigos o relacionados. Nadie podrá ser responsable por el hecho de otros ni en estos casos ni en cualquier otro.”
Total, no nos importa aparecer como enemigo, nuestro compromiso es con nuestro pueblo de Santiago, con sus gentes, con nuestra profesión de periodista.
El autor es periodista
Frontera25_@hotmail.com