Mientras que los especialistas se preocupan, además, porque la crisis mundial determina que existan menos fondos en la lucha contra el SIDA, en el país, la Coalición ONG- SIDA ya ha advertido acerca del “riesgo del aumento de la infección por VIH”, por esta causa.
Plantean que el “insuficiente financiamiento destinado a la prevención del virus” pone en gran desventaja a quienes lo padecen, por lo que se reclama una mayor responsabilidad por parte del Estado dominicano en lo que se refiere a los medicamentos para infecciones oportunistas y los antiretrovirales (ARV) en la seguridad social.
La República Dominicana tiene 380 mil personas infectadas con VIH-SIDA, según datos dados a conocer por el presidente del Consejo Presidencial del Sida (COPRESIDA), Gustavo Rojas. La cifra equivale al 4% de 9 millones 500 mil habitantes y si bien se busca asesoría y apoyo a partir de las experiencias de otras naciones que han enfrentado la situación con mejores resultados, se sabe que el contexto en que interactúan los denominados subgrupos poblacionales, como las trabajadoras sexuales, en los bateyes, y otros, requieren de inmediatas políticas y acciones.
La Coalición ONG- SIDA anuncia una nueva fase de donaciones por parte del Fondo Mundial, “para la Respuesta Nacional al VIH y SIDA, por un monto de 89 millones de dólares para seis años”, preocupa, según ellos mismos señalan, que el 78 por ciento de estos recursos (US$67 millones aproximados) se destinan a las personas que viven con VIH; en tanto que el 22% (alrededor de US$22 millones) se prevén para la prevención.
El país no cuenta con los préstamos del Banco Mundial para el trabajo en VIH y SIDA. El doctor Bayardo Gómez, presidente de la Coalición ONG SIDA, argumenta con razón que se trata del incumpliendo de las metas en el área de prevención del Plan Estratégico Nacional, y de la no implementación de las estrategias esgrimidas en las comunidades, donde la educación y distribución de condones significan fundamentales en el trabajo para prevenir el VIH.
“La situación es grave, ya que va a incrementarse”, asevera Gómez y su interrogante es una verdad casi absoluta: ¿qué sentido tiene invertir la mayor parte de los recursos en atención, si por cada persona que recibe tratamiento hay alrededor de 5 que adquieren el VIH?
Sin los préstamos del Banco Mundial para el trabajo en VIH y SIDA, aún con los otros valiosos aportes de agencias, programas y fondos, la realidad es que “la respuesta al VIH y SIDA no puede depender de las agencias internacionales, sino que el Estado dominicano debe asumir mayor responsabilidad en la financiación de la salud de los ciudadanos y ciudadanas”.