Familiares comerciante piden esclarecer secuestro

Familiares del joven comerciante Carlos Colón pidieron a las autoridades esclarecer el secuestro de que fue víctima su pariente, el pasado 7 de marzo de 2008 en la Jaguita de Yamasá, carretera Maimón-Cotuí, siendo salvajemente golpeado y torturado por sus captores.

Francisco Antonio Colón, hermano de Carlos, explicó a DominicanosHoy.com que su pariente fue encontrado amarrado de pies y manos con severos golpes y quemaduras en todo el cuerpo, producto de torturas con electricidad y candela.

Agregó que, ese día, cuando Carlos salió de su trabajo, cuatro individuos lo interceptaron y lo llevaron a una casa abandonada en un monte del paraje La Jaguita.

“Mi hermano apareció gracias a la intervención del sacerdote de la Iglesia San José, quien se enteró de lo que sucedía a través de una confesión de un feligrés, que dijo escuchar gritos en horas de la noche provenientes de la casa abandonado”, manifestó.
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Añadió que el sacerdote se presentó a la vieja casa en compañía de varios hombres, encontrando a Carlos atado de pies y manos, “procediendo de inmediato a llevarlo al hospital de Cotuí, que era el más cercano”.

Cuenta que luego del religioso dar cuenta de lo sucedido a la Policía, una patrulla se trasladó al lugar encontrando varios objetos punzantes con los que se presume fue herido y torturado Carlos.
En ese entonces, el comandante policial de la zona aseguró tenía pistas precisas de uno de los secuestradores.

Según Francisco, Carlos en su interrogatorio confirmó a la Policía que sus raptores le daban golpes y le amordazaron para que no pudiera gritar, y que le habían dicho que “su captura y muerte la ordenaba un tal Catalino Flores”.

“Los secuestradores también llegaron a decirles a Carlos que dentro de un rato escucharía con sus propios oídos la voz y los gritos de su hija Keci Colón”, sostuvo.

Minutos después de esa advertencia, Carlos habría escuchado a uno de sus secuestradores decir mientras hablaba con alguien por un celular, “ya falló la maldita operación, la niña no pudo ser secuestrada porque no salió del lugar”.

Carlos también informó a la Policía, según su hermano, que habría sido “víctima de un entrampamiento en los Estados Unidos por parte de ese Catalino Flores y de un agente de inmigración y que por eso estuvo preso en los Estados Unidos”.

Siguió explicando que en el transcurso de su proceso judicial no tuvo buen asesoramiento legal, porque cuando salió mejor fue cuando le informó al juez Von Glensson de la Corte Federal, que Flores le había amenazado de muerte junto a sus hijos.
De inmediato el juez John Glensson de la Corte Federal de Brooklyn, de Nueva York, le ordenó al gobierno la rápida intervención y que les dieran protección a los niños de Carlos.

Los familiares de Carlos acusan directamente del secuestro a Catalino Flores, y agradecen la protección de los hijos de su pariente por parte del gobierno de Estados Unidos, la que dicen ha sido eficiente después de la orden del juez.

“Las autoridades de Santo Domingo están informadas de la situación, esperamos las explicaciones que faltan, y finalmente el esclarecimiento de los hechos”, precisaron.

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