Sao Paulo.- El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, afirmó que confía en la palabra del gobernante brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien aseguró que el país suramericano no premeditó el retorno clandestino a Tegucigalpa del mandatario depuesto Manuel Zelaya, informó hoy la prensa local.
"Yo quiero confiar en el presidente Lula, porque él dijo que no había nada preparado, sin embargo, Zelaya en declaraciones públicas dijo que tenía la aprobación de Lula para entrar en la embajada", aseveró Micheletti en entrevista con el diario Folha de Sao Paulo.
De otro lado, Micheletti admitió el uso de gases lacrimógenos para retirar a los manifestantes que rodearon la embajada, pero negó que el Ejército hondureño haya lanzado gases tóxicos, como denuncian Zelaya y sus acompañantes, y que su Gobierno ordenase el corte de los servicios públicos de la sede diplomática brasileña.
"Nosotros, en ningún momento, pretendemos tocar la embajada brasileña. Brasil es un país amigo y somos respetuosos hasta con quienes no lo son como Venezuela, que nos ha agredidos verbalmente y por eso no hemos pensado en obligar a los representantes de Venezuela a dejar al país", expresó Micheletti.
Para Micheletti, es viable, incluso con las renuncias al poder suya y de Zelaya, la propuesta del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien expuso que las elecciones generales programadas para el 29 de noviembre pongan fin al conflicto político.
Micheletti descartó que la actual crisis impida los comicios, pues "la campaña electoral no paró, eso depende es de los partidos" y confió en que la comunidad internacional va a aceptar al nuevo gobernante.
"Estoy convencido que pasadas las elecciones, los países amigos, con los que hemos sido hermanos, van a revocar sus decisiones (de romper lazos con Honduras y no reconocer los comicios) porque van a negociar con un hombre elegido por el pueblo", subrayó.
El mandatario golpista volvió a insistir que en Honduras no ocurrió un golpe militar, porque según él la salida forzada de Zelaya "está amparada en la Constitución. Nada ilegal pasó y los militares están apoyando la democracia".
Zelaya fue detenido y expulsado del país por militares el pasado 28 de junio, y horas más tarde el Congreso nombró en su reemplazo a Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo y cuyo Gobierno no reconoce la comunidad internacional.
El pasado lunes, el destituido mandatario regresó clandestinamente a Tegucigalpa y está refugiado en la embajada de Brasil.