Familiares de Luis Lara Martínez, uno de los acusados en el caso Paya, donde acribillaron a siete colombianos, acusaron a los miembros del Ministerio Público de haber secuestrado a su pariente por un lazo de 4 horas.
El señor Yuyú Lara, padre del imputado, explicó que su hijo estaba en manos de las autoridades desde la 1:45 de la tarde hasta 5:30 de la tarde, que fue cuando lo trasladaron a la cárcel de Monte Plata.
Calificó el traslado como una franca violación a la Constitución, que prohíbe se lleve a un recluso de un recinto carcelario a otro, sin orden escrita de alguna autoridad jurídica competente.
El señor Lara dijo que el traslado de su hijo no fue conocido por los miembros del Ministerio Público, ni de la Fiscalía, ni de la Dirección de Prisiones y dijo que estuvo en esas instituciones averiguando su paradero y nadie le dio explicación.
Jaime Tejada, abogado de la familia, calificó como un acto de mal gusto la rueda de prensa de las autoridades, donde se trató de “justificar lo injustificable”.
Consideró que el caso de le está yendo de las manos, tras considerar que esas personas no tienen elementos probatorios para culpar a ningún otro en el caso Paya.
A juicio, el procurador general de la República, Radhamés Jiménez, busca llamar la atención pública, para hacer creer que está trabajando, cuando denunció que los acusados del caso Paya estaban amenazando a los fiscales adjunto encargado de la investigación.
Emplazó al jefe del Ministerio público para que en 24 horas devuelva a Lara al recinto carcelario del 15 de Azua, o de lo contrario o lo someterá a la justicia.
Los familiares de Lara declararon que un día antes del caso Paya, ya la orden de arresto contra su pariente estaba hecha, y que no fue ejecutada porque estaba mal escrito su nombre, por lo que decidieron hacer el arresto para el otro día.
Indicaron que dentro de los bienes incautados a Lara se encuentran los de su padre, propiedades ganadas con mucho sacrificio, y que no tienen nada que ver con el narcotráfico.