Son muchas las cosas comunes entre los pueblos, amén del hemisferio donde estén ubicados. Es por eso que gracias a la cara buena de la globalización, cuando conocemos que a otro le pasa lo mismo que a nos, vale reflexionar sobre esas situaciones afines.
A ver si no parece redactado para la República Dominicana esto que escribe el amigo profesor español José Luis Giménez, cuando expresa:
“Es que si el público en general supiese la VERDAD, nadie trabajaría más de dos horas al día… tiempo suficiente para cubrir todas las necesidades básicas. Pero si hay que pagar los caprichos, queridas, queridos, yates, mansiones, criados, jets particulares, etc. etc. de tanto banquero, político y mangante en general, pues necesitan que todos estemos "obligados" a hacer más horas que un reloj, con la adición de tener siempre la espada de Damocles sobre nuestros miserables puestos de trabajo, con salarios más que miserables. Por eso, la manipulación y la mentira es la mejor arma de los poderes de facto (…).
“Ahora, para que la gente se dé de "hostias" por un miserable puesto de trabajo de 12 horas, han inventado lo del paro… vamos, que tampoco hay ese miserable trabajo para todos, así que… ¡a darse de hostias por un miserable puesto de explotación! Cuando el Estado puede proporcionar trabajo de sobras para todos y cada uno de los ciudadanos, pero entonces, el capital ya no tendría ese arma para presionar al ciudadano, y agobiarle con créditos, hipotecas, tarjetas de crédito, etc. etc. En fín, que ni siquiera el dinero del salario da para sobrevivir, y así, nos tienen controlada hasta la sangre y el aire que respiramos” (…)
Concluye José Luis Giménez con estas frases que, reitero, parecen dicha para los de aquí también:
“Y es que -como dicen en Catalunya- la pela es la pela (el dinero es el dinero) o como cantaba mi admirado cantautor Paco Ibáñez… "Poderoso caballero… es Don Dinero".
¿Qué opinan nuestros lectores?