Washington.- Estados Unidos comenzará el próximo martes, 6 de octubre, a administrar las primeras dosis de la vacuna contra la gripe A, en un intento de prevenir una oleada masiva de contagios prevista para el otoño y el invierno.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) precisó hoy que el número de dosis que se proporcionarán al público el martes será de 600.000 y que todas ellas se administrarán en forma de espray nasal.
En total, a lo largo de la próxima semana, el Gobierno de EE.UU. espera distribuir un máximo de 7 millones de dosis de la vacuna, algunas de ellas en forma de inyección, dijo en una conferencia de prensa la doctora Anne Schuchat, directora del departamento de Enfermedades Respiratorias del CDC.
Hasta ahora, 25 estados han notificado que necesitan la vacunación y serán, por tanto, los primeros en recibirla, aunque el CDC prevé que el resto de estados entregarán sus solicitudes próximamente.
Según Felipe Lobelo, del Servicio de Inteligencia Epidemiológica del CDC, la actividad contagiosa del virus se ha intensificado "en las últimas semanas".
"La mayoría de los estados registran una actividad generalizada en todo su territorio, y esto no es lo corriente en esta época del año", dijo Lobelo en una conferencia telefónica organizada por el Departamento de Salud.
De acuerdo con Lobelo, el reparto de la vacuna, que se canalizará a través de un solo distribuidor, no concederá prioridad a ningún estado, aunque sí a la población que el CDC ha calificado de riesgo.
El experto se mostró especialmente preocupado por la situación de las mujeres embarazadas, un grupo entre el que se han registrado 28 muertes relacionadas con el virus desde que se detectó el brote el pasado abril.
En un esfuerzo por "priorizar la salud pública", los más de 12 millones de inmigrantes indocumentados que residen en el país también tendrán acceso a la vacuna.
"No podemos dejar de vacunar a ningún grupo. Vamos a ofrecer la vacuna a todo el mundo, independientemente de que tengan o no tengan papeles", garantizó Lobelo.
La intensa campaña del Gobierno por generalizar una vacuna gratuita y disponible en todos los estados no termina, sin embargo, de convencer del todo a los estadounidenses, preocupados en muchos casos por los posibles efectos secundarios de la vacuna.
Según una nueva encuesta de Consumer Reports, un 43 por ciento de los ciudadanos se declara "indeciso" sobre si se someterá a la vacunación de la gripe A, y solo un 34 por ciento planea vacunarse cuando esté disponible.
Además, solo un 35 por ciento de los padres preguntados en esa encuesta aseguraron que vacunarían a sus hijos.
El CDC dejó de proporcionar datos específicos sobre las víctimas del brote en septiembre, cuando comenzó a contar los casos de gripe A junto a los de otros tipos de gripe y neumonía, aunque algunos estudios sugieren que la infección ha causado más de 600 muertes y 9.000 hospitalizaciones en todo el país.