Grandiosa debe ser la misión cumplida cuando se ha cantado en la voz de todos y todas que no pudieron hacerlo.
Excelsa voz que “parió” casi medio centenar de trabajos discográficos y muchos más inolvidables temas, que por ser de Mercedes Sosa se convirtieron en clásicos e inmortales.
América entierra a sus hijos en su seno y les arropa en su descanso de paz; pero, antes le agradece que hayan dejado a su paso una obra que trasciende a mayorías, alimentada desde lo más profundo con valor y sentimientos.
Una y otra vez habrá Alfonsina y el Mar, Cuando tenga la Tierra, Te Recuerdo Amanda, Gracias a la vida…Desde muchos rincones del orbe se oirá decir que alguien de talla mayor cantó y dijo lo que otros no consiguieron expresar.
En un hermoso artículo dedicado a su adiós físico, desde Buenos Aires, José Vales dice que la voz de América seapagó después de una agonía de cinco días, fruto de una dolencia hepática, a los 74 años. Mercedes Sosa, “la Negra”, dejó a su paso el tributo a Latinoamérica y al mundo de temas musicales que van por todos los géneros hasta el folclore más clásico.
Sin distinción de edades, sexos y nacionalidad, de generación en generación, se hablará de ese ser que dijo con melodía inmortal Vengo a ofrecer mi corazón,y así lo hizo.
Tantas distinciones por sus reconocidos esfuerzos y profesionalidad, títulos como el de “Embajadora cultural de la UNESCO, entre muchos, quedan en el recuerdo de quienes nunca la dejarán morir, ni posarse un instante en el olvido.
Descansa en paz, Mercedes Sosa, desde la República Dominicana también honramos tu memoria, de corazón a corazón, como sólo lo admiten los grandes seres.