El presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), ingeniero Miguel Vargas Maldonado, advirtió este miércoles que los legisladores de esa organización no votarán a favor de más impuestos.
Vargas Maldonado reaccionó de ese modo ante la nueva firma de un acuerdo entre el gobierno dominicano y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un convenio de préstamos por US$1,700 millones.
Con el acuerdo se prevé una ampliación del Impuesto a la Transferencia de Bienes industrializados y Servicios (ITBIS), junto a una reforma fiscal, lo que ha comenzado a generar rechazo de importantes sectores de la vida nacional.
Al referirse al tema, el presidente del PRD afirmó que los legisladores de esa organización no sancionarán ningún préstamo que no sea para la inversión en infraestructuras, como acueductos, educación, salud, y otros que tengan que ver con elevar la calidad de vida de los dominicanos.
Vargas Maldonado se refirió al acuerdo, luego de recibir una visita de una delegación de la embajada de los Estados Unidos. Afirmó que el país no soporta más endeudamientos, y que el pueblo y el sector productivo no aguantan más cargas impositivas.
El presidente del PRD dijo que en los próximos días se reunirá con los legisladores de su partido para decidir sobre los pasos a seguir, para evitar que la firma con el FMI traiga más impuestos a la población.
Este martes, el gobierno dominicano y el FMI firmaron una carta de intenciones para un nuevo acuerdo de préstamos que prevé el desembolso de US$1,700 millones durante dos años y medio.
Los representantes del gobierno dominicano y el FMI se pusieron de acuerdo sobre el nuevo programa crediticio en el que se especifican las políticas económicas que seguirá el país para recibir los fondos.
Para que entre en vigor, el principio del acuerdo debe ser ratificado por el Consejo Ejecutivo del Fondo, en el que están representados los 186 países miembros, en una sesión para la cual aún no hay fecha.
El organismo informó en un comunicado desde Estambul, donde celebra su Asamblea Anual con el Banco Mundial, que la principal meta a la que se comprometió el gobierno dominicano fue lograr un déficit primario (el balance fiscal antes del pago de los intereses de la deuda) del 0,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) este año.
En el 2010 no habría déficit y el saldo subiría gradualmente hasta un superávit del 2 por ciento en el 2012. "Este ajuste será respaldado por una agenda ambiciosa de reformas estructurales", dijo Dominique Strauss-Kahn, jefe del FMI.
Entre ellas citó la mejora de la administración tributaria, una reducción "drástica" de las exenciones fiscales, la reforma del sector eléctrico y de la supervisión bancaria.
También se pretende centrar las actividades del Banco Central dominicano en el combate a la inflación, desarrollar una estrategia para fomentar los mercados de capitales nacionales y una mejor gestión de la deuda pública.