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Los Hawks van por más este año

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Los Hawks traen el mismo equipo que ganó 47 partidos la campaña pasada, con algunas mejoras: Teague es un enorme progreso sobre Law como cuarto escolta, y Joe Smith aporta un cuarto grandote que ni siquiera existía el año pasado.

ESTADÍSTICAS DE HOLLINGER 08-09

G-P: 47-35
Eficiencia Ofensiva: 106.6 (10°)
Eficiencia Defensiva: 104.6 (11°)
Factor Ritmo: 91.9 (24°)
PER más alto: Joe Johnson (18.26)

En papel, todo esto debería convertir a los Hawks en un equipo superior al del año pasado, pero no nos apuremos. Crawford es mejor jugador que Murray si comparas sus carreras, pero le resultará muy difícil igualar el nivel de desempeño que tuvo Murray la campaña pasada. Asimismo, es posible que a Pachulia y a Bibby también les resulte difícil igualar su producción del 2008-09.

Y los Hawks ya no son tan jóvenes como antes. Aunque todavía tienen a tres jugadores de 23 años en la línea frontal, los cuatro veteranos del perímetro tienen 31, 30, 29 y 28; además, Smith tiene 34 años y los supuestos 25 de Pachulia sólo son creíbles si usas un calendario de 500 días.

Entre las limitantes que tienen para progresar y la ausencia de estrellas, pareciera que los Hawks no van a jugar peor que la temporada pasada… pero tampoco mucho mejor. Es posible que terminen la campaña exactamente en la misma posición que el año pasado — en lo más alto de la lista de pretendientes del Este, pero lejísimos de dominar al trío de Cleveland, Boston y Orlando.

MOVIMIENTOS DE TEMPORADA BAJA

Fue una temporada baja interesante en Atlanta porque muchos de sus jugadores entraron en la agencia libre, pero al final las cosas no cambiaron tanto. Los Hawks volvieron con el mismo plantel, con unos pocos cambios aquí y allá para mejorar la dudosa profundidad del equipo. Lo que aún queda por resolver es una extensión para Joe Johnson, quien se convertirá en agente libre no restringido al cabo de la temporada. Esta negociación tal vez resulte difícil, ya que ganará aproximadamente US$15 millones este año y probablemente no esté interesado en sufrir un recorte salarial, pero en el mercado actual ya no vale esa clase de dinero.

Renovaron el contrato de Mike Bibby por tres años y US$18 millones. Fue un cierto riesgo considerando la edad de Bibby –tendrá 34 años cuando termine el contrato– pero con lo bien que jugó la temporada pasada iba a conseguir un monto similar al del nivel medio en algún lado. Como más que nada se trata de un anotador de triples, no debería sufrir un derrape demasiado pronunciado, aunque sus limitaciones defensivas podrían agudizarse.

Renovaron el contrato de Marvin Williams por cinco años y US$38 millones.
Esto fue un gran valor para los Hawks, ya que Williams tiene apenas 23 años y ya es uno de los mejores aleros dobles de la liga. Los incentivos podrían llevar el valor del acuerdo a US$43 millones, pero en ese caso a los Hawks no les importará. Dada su producción, su edad y su continuo mejoramiento como anotador, cabe decir que Williams aportará un valor sustancial a este precio. Y aunque no mejore nada de aquí en adelante, sigue siendo un contrato razonable.

Renovaron el contrato de Zaza Pachulia por cuatro años y US$19 millones.
Pachulia firmó una renovación casi por el mismo monto que su contrato anterior (cuatro años, US$16 millones), una buena recompensa por su sólida campaña 2008-09. No hay mucho potencial aquí, pero jugó bien en tres de las cuatro temporadas anteriores en Atlanta. Si sigue así, los Hawks amortizarán bien el gasto.

Ficharon a Joe Smith por el mínimo con un contrato anual.

Éste fue un gran acuerdo para los Hawks, y el hecho de que los veteranos los estén considerando como un potencial destino es una señal de lo lejos que han llegado. Smith cubrirá un importante hueco en la profundidad de la línea frontal –como un sólido número 4 capaz de anotar tiros en salto y estirar a las defensas contrarias– y aportará algo de presencia veterana en un vestidor joven.

Dejaron que Flip Murray se fuera, seleccionaron a Jeff Teague y a Sergiy Gladyr.
Teague fue una sólida elección con el pick No. 19. Aunque está listado como armador, más que nada es un tirador y anotador quien puede jugar alejado del balón con los Hawks –como Bibby suele hacerlo– mientas los aleros se encargan de manejar el balón. Dejar que Murray se fuera fue una decisión difícil, pero no era probable que jugara tan bien como el año pasado, y los Hawks lograron cubrir su puesto a un costo mínimo por medio de este movimiento y el que detallamos a continuación. Gladyr es un alero ucraniano de 19 años de edad seleccionado en la segunda ronda. Jugará en España este año y seguramente se quedará en Europa unos años más para desarrollarse.

Enviaron a Acie Law y a Speedy Claxon a Golden State a cambio de Jamal Crawford.

No soy un gran fanático de Crawford; de hecho, pienso que podría ser el jugador más sobrevalorado de la liga. Sin embargo, no puedes mejorar su precio. Atlanta lo consiguió a cambio de dos hombres que no iban a jugar, y aunque su obligación de US$10 millones con Crawford dentro de un año no será muy agradable, Atlanta ha manejado bien su situación respecto del tope salarial y no deberían quedar sujetos al impuesto al lujo.

Ficharon a Jason Collins por el mínimo con un contrato anual.

Este movimiento se hizo para completar el roster, pero ayudará a los Hawks a lidiar con algunas de las líneas frontales más grandes de la liga. Entre los jugadores de la rotación de Atlanta, solamente Pachulia es lo suficientemente grandote como para manejar a los gigantescos centros de la talla de Howard-Shaq-Yao, pero Collins ha marcado muy bien a esta clase de jugadores durante el transcurso de su carrera. Es un pésimo jugador ofensivo y no es probable que tenga algún otro rol, pero debería ser útil en estos duelos específicos.

Dejaron a Josh Childress en Europa.

Los Hawks seguían teniendo derecho sobre Childress como agente libre restringido, y otros equipos mostraron interés en acuerdos de firma y canje, pero Atlanta no consiguió llegar a un acuerdo. Volverán a poseer sus derechos el próximo verano, y Childress tendrá una nueva opción de terminar su contrato en Grecia para regresar a la NBA.

SU MAYOR FORTALEZA: Movilidad en la línea frontal

La razón por la cual el enfoque defensivo de los Hawks puede funcionar es que cuentan con tres jugadores frontales de 6’9 pies de altura, quienes son lo suficientemente rápidos como para intercambiar cada pantalla y cubrir a los escoltas contrarios. Tanto Al Horford como Josh Smith y Marvin Williams se sienten cómodos marcando a los dribbleros cuando giran y luego usando su altura para forzar al adversario a tomar tiros en salto de larga distancia, una de las grandes razones por las cuales el cuerpo defensivo de Atlanta ha sido respetable a pesar de su falta de altura. También ayudó a enmascarar las limitaciones defensivas de Bibby, ya que cada pick-and-roll era recibido con un intercambio y un grandote sobre el armador contrario.

Pudimos ver los resultados de esta estrategia durante la postemporada, cuando los Hawks anularon las incursiones de Dwyane Wade a la canasta en la primera ronda a fuerza de intercambios, forzándolo a lanzar por encima de los grandotes. Atlanta seguramente volverá a aplicar esta estrategia, ya que el recientemente adquirido Joe Smith también es capaz de marcar a los escoltas, y el resto del plantel se ha mantenido casi intacto.

Ofensivamente, la velocidad de pies en la línea frontal también es un factor. Horford y Smith se destacan bajando rebotes y empujando el balón hacia adelante por su cuenta, mientras que ellos dos y Williams suelen superar a sus rivales en transición para crear canastas fáciles, ya sea para ellos mismos o bien para sus compañeros. Eso ha convertido a los Hawks en un equipo peligroso en estado de transición a pesar de tener dos escoltas titulares quienes se sienten mucho más cómodos a mitad de cancha.

SU MAYOR DEBILIDAD: Presencia de estrellas

Los Hawks tienen un montón de buenos jugadores. Lo que no tienen es un jugador de elite, y esa es la razón por la cual los 47 triunfos del año pasado probablemente sean su techo. Los Hawks le pagaron mucho dinero a Johnson con la esperanza de que se convirtiera en esa clase de jugador, y por momentos lo ha sido, pero nunca ha tenido un PER superior a 20 durante una temporada completa. Aunque ha demostrado ser durable y productivo, es difícil hacer pico en la columna de triunfos siendo él la figura de la franquicia. Fíjate en los 15 mejores equipos de la liga y verás que todos ellos tienen al menos un jugador mejor.

Si Johnson no puede convertirse en una superestrella, entonces la pregunta es quién lo será. Smith tiene el mejor potencial pero tuvo una campaña decepcionante en el 2008-09, y después de cinco años aún no se ha dado cuenta de que no es un buen lanzador de tiros en salto. Williams también tiene un fuerte potencial, pero más que nada es un jugador complementario. Lo mismo va para Horford, quien es sólido como una roca tanto en defensa como en las tablas pero un jugador mecánico bajo el poste y un tirador mediocre.

Por lo tanto, es poco probable que los Hawks puedan competir contra las altas esferas de la aristocracia del Este. Lo único que podría cambiar los pronósticos sería una campaña revelación por parte de Johnson o Smith.

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