NUEVA YORK.- ¿Está preocupado con la posibilidad de que el procedimiento llamado queratectomía fotorrefractiva que le recomendó el médico para mejorar la visión no sea tan efectivo como la denominada cirugía LASIK?
Puede descansar tranquilo: un nuevo estudio sugiere que las personas a las que se les corrige la visión de cerca con LASIK o queratectomía fotorrefractiva, que es una técnica láser un poco más antigua, les iría generalmente bien en el largo plazo.
El LASIK y la queratectomía fotorrefractiva, o QFR, corrigen la visión de cerca con un láser que moldea la córnea, que es la membrana transparente que protege la pupila.
Las técnicas usadas en ambos procedimientos difieren, y desde la aparición del LASIK en los 90, la cirugía se volvió el procedimiento más común.
Los pacientes tratados con LASIK suelen tener una mejoría visual más rápida y sentir menos dolor después de la cirugía, comparados con los tratados con QFR, que apareció a fines de la década de 1980. Aunque los costos varían mucho según, por ejemplo, el lugar de residencia, tienden a ser similares.
Pero la QFR sigue siendo la mejor opción para algunas personas porque no se necesita una córnea gruesa, dijo a Reuters Health el doctor Jorge L. Alio, autor principal del estudio.
Para conocer cómo evolucionaban los pacientes en el largo plazo, el equipo de Alio, de la Universidad Miguel Hernández, en Alicante, España, siguió a 65 pacientes tratados con LASIK o QFR.
El equipo halló que, a 10 años de la cirugía, la mayoría de los pacientes tenía una agudeza visual de 20/40 o superior, sin lentes correctivos. Y en la mayoría varió muy poco la visión con los años, publicó British Journal of Ophthalmology.
Los pacientes tratados con LASIK, en cambio, obtuvieron mejores resultados y bajas probabilidades de necesitar una nueva cirugía.
El 85 por ciento de los pacientes tratados con LASIK tuvieron una visión 20/40 o mejor después de 10 años, a diferencia del 74 por ciento en los pacientes con QFR.
Antes de la cirugía, el 97 por ciento de los pacientes de ambos grupos había tenido una visión de 20/40 o superior con lentes correctivos.
El 35 por ciento de los pacientes tratados con QFR necesitaron una segunda cirugía para obtener una visión más aguda, a diferencia del 18 por ciento de los pacientes tratados con LASIK.
En cuanto a la seguridad de los procedimientos, ningún paciente tuvo un problema visual grave en 10 años.
Los pacientes tratados con QFR tuvieron más visión nublada tres meses después de la cirugía (una desventaja conocida de la QFR), pero en un año, la mayoría recuperó la agudeza visual que había tenido con los lentes correctivos y la mantuvo estable desde entonces.
Las complicaciones potenciales de ambos procedimientos con láser incluyen la sequedad visual, la visión doble y la cicatrización de la córnea. Dado que son cirugías electivas, se aconseja comparar los riesgos con los beneficios antes de optar.
Los resultados, dijo Alio, deberían tranquilizar a los pacientes respecto de la seguridad general de la QFR si es el procedimiento recomendado.