ATLANTA.- Hace seis meses los científicos descubrieron un nuevo virus de la gripe, provocando temores de que un catastrófico brote mundial pudiera provocar que la gente cayera muerta en las calles, pero eso nunca sucedió.
Ahora que el temor inicial por la gripe porcina ha decrecido, las autoridades de salud advierten que el peligro aún no ha pasado.
"Tenemos muchos, muchos meses por delante durante los cuales no sabemos qué pasará y necesitamos tomar las mejores medidas que podamos para protegernos", destacó el doctor Tom Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la semana pasada. "Nuestra principal preocupación es que el virus pudiera mutar para volverse más letal".
A medida que se acerca el invierno, surge otro temor de un doble golpe: que resurja la gripe porcina y ataque a la gente joven antes de que la vacuna esté totalmente disponible y que la gripe estacional afecte a los ancianos.
Hasta la fecha, la influenza porcina ha provocado la hospitalización de cientos de miles de personas en todo el mundo y ha causado la muerte a por lo menos 4.500 personas, entre ellos por lo menos a 600 en Estados Unidos. Han muerto unos 81 niños, incluyendo muchos que no tenían problemas de salud crónicos.
Los CDC fueron los primeros en identificar a la nueva gripe. Fue el 15 y el 17 de abril cuando la agencia determinó que las muestras nasales de dos niños del sur de California contenían el virus de la influenza porcina, la cual no había sido detectada antes. Se ha determinado que contiene rasgos de gripe aviar y de gripe estacional.
Inicialmente los casos representaban más un rompecabezas científico que una amenaza para la salud pública. Los dos niños se recuperaron, pero los científicos quedaron perplejos sobre la manera en que la habían contraído, en vista de que los pequeños no habían estado en contacto entre sí, ni habían estado expuestos a cerdos.
Una semana después, la situación se tornó más dramática, cuando los exámenes médicos vincularon a los dos niños y a un puñado de casos subsiguientes en Estados Unidos a cientos de casos en la capital de México.
Las autoridades mexicanas cerraron escuelas, museos, bibliotecas y salas de cine a fin de detener el contagio del mal mientras que versiones iniciales informaban que éste estaba matando por lo menos a una de cada 15 personas que lo padecían, una tasa de mortalidad tres veces más elevada que la terrible pandemia de gripe de 1918-19.
Los estudios indicaban que los millones de vacunas para prevenir la gripe estacional administradas en el invierno pasado no ofrecían protección contra el raro mal.
Sin embargo, la buena noticia era que aunque la vacuna contra la gripe no daba resultado, la medicina antiviral Tamiflu reduce la gravedad del mal si se toma inmediatamente después que comienzan los síntomas.
Las personas mayores de 55 años parecían no ser afectadas mucho por el nuevo virus.