NUEVA YORK.- Con la Serie de Campeonato de la Liga Americana entre los Angelinos y los Yankees, se enfrentan dos managers que tienen algo importante en común: fueron sólidos catchers defensivos durante muchos años en Grandes Ligas.
Mike Scioscia brilló detrás del plato con los Dodgers y Joe Girardi con los Cachorros, Yankees y Rockies mayormente.
Ambos tienen un premio al Manager del Año en su historial (Girardi con la Florida en el 2006 y Scioscia con Los Angeles-Anaheim en el 2002), y bien se puede argumentar que el galardón del 2009 en la Liga Americana podría disputarse entre estos dos contrincantes en playoffs.
De ser reconocido uno de los dos el mes que viene, sería el cuarto año consecutivo que un ex catcher recibe el premio en el Joven Circuito; Jim Leyland (2006, Tigres) fue receptor en liga menor, al igual que Eric Wedge (2007, Indios), quien diferente al capataz de Detroit, sí llegó a probar "una taza de café" en la Gran Carpa varias veces en la década de los 90.
Entonces, ¿qué tienen los receptores que los prepara tanto para ser buenos managers?
"Creo que hay algo en el pensamiento de un catcher para cada partido", dijo Girardi, cuyos Yankees ganaron 103 partidos en la temporada regular este año. "Lo primero es que tienes que entender lo que es ser pitcher. Lo otro es comprender lo que es ser jugador de posición, porque de hecho lo eres.
"Siempre trabajas de cerca con los lanzadores", continuó el dirigente de los Mulos. "Y tienes una mejor idea de lo que tienen que pasar los que tienen la bola en su mano, en comparación con los otros jugadores."
Es bastante larga la lista de ex catchers- ligamayoristas o que se hayan quedado en las menores como jugadores–que han sido Managers del Año en Grandes Ligas en los últimos 15 años. Son nombres como Joe Maddon, Wedge, Bob Melvin, Leyland, Girardi, el dominicano Tony Peña, Jack McKeon, Scioscia, Joe Torre, Bruce Bochy y Johnny Oates.
En el béisbol se sabe que el receptor lo ve todo desde su posición detrás del plato, y pide cada lanzamiento y estudia cada bateador para conocerlo mejor y tratar de encontrar sus debilidades.
Además, ve la colocación defensiva de su conjunto de acuerdo a los enfrentamientos entre pitcher y bateador. En sentido general está en sintonía con el panorama completo de un juego de pelota.
Peña, quien actualmente es coach de la banca de Girardi en los Yankees, confirma eso. "(Como catcher) tenemos que dirigir tráfico, tenemos que dirigir el juego desde el home plate", expresó el quisqueyano, Manager del Año de la Liga Americana en el 2003 con los Reales de Kansas City.
"Estamos muy involucrados en el juego, pitcheo por pitcheo; tenemos la mitad del equipo en los hombros nuestros.
"Como catcher, tratamos de sacar lo mejor de cada uno de los pitchers, que son diferentes caracteres (personajes) continuó Peña, quien también ha cosechó éxitos como piloto en liga menor y en la Liga Dominicana de invierno. "Un receptor tiene que tener la comunicación y la confianza, que la gente crea en ti.
Y lógicamente, eso se transfiere a la cueva en el papel de manager.
"Luego (como dirigentes) tenemos que saber cuándo vamos a salir al montículo a hablar con ellos, cómo le vamos a hablar.
"Cuando tú te pasas 18 años en Grandes Ligas pidiendo el juego, ves cómo se debe tirar la bola, cómo jugar el juego como se debe jugar."
Scioscia coincide con Girardi y Peña en que la relación entre el lanzador y el receptor es algo que resulta ser una ventaja a la hora de dirigir un equipo desde la cueva.
"Es algo que vives como catcher y que los otros jugadores de posición (que quieran ser managers) tienen que aprender", dijo el piloto de los Angelinos.
"Para poder ayudar al pitcher a salir a lanzar buenos juegos, sacar a los bateadores contrarios y mantener a tu pitcher aprovechando sus puntos fuertes. Es algo que vivimos desde el primer día que ‘quechamos’."
Girardi afirma que como catcher aprendió a manejar los partidos detrás del plato, y luego ha transferido ese conocimiento al dogout.
"Como receptor, siempre dirigí un juego ‘al revés’", expresó el capataz de los Mulos, quien se encuentra en su segunda temporada en la cueva de Nueva York.
"Lo que tenías en el bullpen ese día, cuántas carreras pensabas que necesitabas, cuántos innings creías que necesitabas de tu abridor para ganar ese partido; y eso es lo que haces como manager.
"Vas a sacar los innings de tu abridor y luego tienes que manejar el relevo y prepararlo para tener éxito", siguió Girardi.
"Entonces, para mí fue un entrenamiento (para ser dirigente) mientras era jugador."