Giovanni Lorenzo, joven boxeador dominicano, perdió la oportunidad de su vida. La oportunidad de anexarse el cinturón mundial del peso mediano, versión Federación Internacional de Boxeo (FIB).
El cetro mediano de la FIB, que estaba vacante, no pudo ser atrapado por Lorenzo quien se sometió a un intenso -y bien organizado- programa de entrenamiento que tuvo mo como escenario principal un gimnasio de la ciudad de Nueva York.
El pasado 19 de septiembre, fecha fatídica para el gladiador oriundo de Jeringa, pequeño pueblo perteneciente a la provincia de San Cristóbal, Lorenzo cayó derrotado por decisión dividida ante el alemán Sebastian Silvester.
DominicanosHoy.com le dio seguimiento, con la publicación de noticias, reportajes y análisis, a todo el proceso de la pelea que Lorenzo no pudo ganar.
Este diario digital, en la última fa fase de entrenamientos de Lorenzo, publicó varios trabajos…entrevistamos en Nueva York al frustrado aspirante al cinturón mundial de las 160 libras.
Cuando hablé con Lorenzo, y también con su entrenador Rafael Farrat, me formé el siguiente criterio: "Parece que Giovanni Lorenzo tiene las condiciones para derrotar a su rival alemán…y entregarle a la patrria su corona mundial número 16."
Pero de mi cabeza pronto se borró ese optimismo…y una vez más República Dominicana pierde la oportunidad de sumar una corona más en su historial boxístico.
Giovanni Lorenzo, justamente como ocurrió cuando enfrentó al veterano y prácticamente acabado Raúl Márquez, no fue bravo, intenso, determinante y atropellador.
Y Lorenzo, aunque la decisión fue dividida -según dicen las cartulinas de los jueces- perdió claro la tan esperada pelea por sus admiradores, entre los que me encuentro, y sus familiares.
Todo quedamos frustrados y decepcionados por la ineficiencia de Lorenzo. Ineficiencia especialmente en los últimos tres asaltos en los que Giovanni se vio tímido, con una ofensiva pasiva y no violenta lo que ocasionó que Sebastian Silvester aprovechara para conectar los mejores y mayoría de puños en ese lapso.
Loreno, contrario a lo que había proclamado, no tuvo un comportamiento de boxeador bravo, espartano, valiente como suelen ser los peleadores dominicanos.
Los expertos de boxeo tienen que ser sinceros -y más que eso objetivos y porofesionales- al momento de analizar una pelea. ¡No caer en el transnochado patriotismo!
La realidad es que Lorenzo, ante un rival que parecía vulnerable -y lo es- no pudo ver cristalizado su gran propósito: Ser campeón del mundo.
Ahora, tras tan duro fracaso, habría que preguntar: ¿Cuál es el futuro inmediato de Giovanni Lorenzo?
Veremos si esta amarga derrota no lo arrastra hacia la dejadez en el gimnasio y entonces, como ha ocurrido como varios de nuestros boxeadores cuando tienen intentos fallidos en combates mundialistas, se deja atrapar por el óxido.
¡Ojalá que no!
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