Luego de casi dos semanas recluida en un hospital tras sufrir una severa infección, ocasionada por un tratamiento estético en los glúteos, la cantante mexicana Alejandra Guzmán salió ayer martes del centro médico en el que se recuperaba.
En una silla de ruedas y saludando a los fanáticos y a los medios que se amontonaron para esperarla, la mexicana de 41 años fue dada de alta, pero deberá estar bajo cuidado especial en su casa para lograr una recuperación completa.
La vida de la Reina de Corazones estuvo en peligro a raíz de un procedimiento estético en el que le inyectaron una sustancia similar al cemento de dientes en la parte trasera de su cuerpo, en una de las clínicas de la reconocida cosmetóloga Valentina de Albornoz, quien se encuentra detenida bajo arraigo.
La salida del hospital de la hija de Silvia Pinal causó sorpresa, pues apenas ayer, el médico que la trató había dicho que aún no se había vencido por completo la infección de la cantante. Tras la cirugía que se le practicó el fin de semana para removerle la sustancia que le habían inyectado, el galeno afirmó que necesitaba por lo menos 21 días más para recuperarse.
