NUEVA YORK – Con nueve años entre títulos de la Serie Mundial, la mayoría de los integrantes de los Yankees saborearon por primera vez la alegría de ganar una corona, al ganar Nueva York el Clásico de Otoño en seis partidos ante los Filis.
Para la joven camada latinoamericana del equipo del Bronx, el momento fue inolvidable.
"Lo mejor que me ha pasado en mi carrera es esto", dijo el segunda base dominicano Robinson Canó, quien manejó roletazo de Shane Victorino para sacar el out 27-precisamente para sellar la corona 27 en la ilustre historia de los Yankees. "La gente ha dicho que es lo mejor del mundo, pero hasta que no estás aquí, no sabes."
El jardinero central y compatriota de Canó, Melky Cabrera, no pudo estar en el terreno cuando los Yankees amarraron el título, ya que salió de roster por una lesión en la corva sufrida en el Juego 4. Pero el quisqueyano estuvo en plena celebración en el clubhouse de los Mulos, bañándose con champán.
"Me siento bien contento", dijo Cabrera. "En mi corta carrera tengo un anillo y me siento bastante contento. Estuve dándole ánimo a los muchachos y me siento bien contento. Con Dios por delante habrá muchos más."
Precisamente fue el infielder mexicano Ramiro Peña quien sustituyó a Cabrera en el plantel de los Yankees. Aunque no llegó a jugar en la Serie Mundial, gozó un montón la celebración del título.
"Increíble", expresó el oriundo de Monterrey. "Maravilloso estar con esta afición."
En igual términos se expresó el catcher venezolano Francisco Cervelli, quien no estuvo en roster para el Clásico de Otoño, pero sí para las primeras dos rondas de la postemporada.
"Increíble, emocionado", gritó el receptor. "Ahora es que viene la fiesta…mucho champán."
Los jóvenes no fueron los únicos en gozar este campeonato. El receptor boricua José Molina, quien estuvo en la receptoría para cada una de las cinco aperturas del derecho A.J. Burnett en esta postemporada, saboreó la victoria de una Serie Mundial por primera vez desde el 2002, cuando se coronó con los Angelinos junto a su hermano Bengie.
"Esto es inmenso", dijo Molina. "Un sentimiento que hay que estar aquí para disfrutarlo con los compañeros. Esto es un triunfo no sólo de nosotros, sino de la ciudad también."
También fue el segundo título para el relevista dominicano Dámaso Marte, quien fue campeón con los Medias Blancas en el 2005.
"Esto es algo increíble, uno no se lo puede imaginar", dijo Marte, quien luego de una difícil campaña regular brilló desde el bullpen por los Mulos en playoffs/Serie Mundial.
Y por supuesto Rivera, apodado "El General" por Canó en esta postemporada, se alegró se ver a los demás lograr el anillo tan anhelado.
"Estoy muy contento", expresó Rivera, quien ganó su quinto título en Nueva York. "Fue un año espectacular, de bastante lucha y retos. Pero trabajaron fuertes y al final lo conseguimos."