Familiares, amigos y sicarios del capo de todos los capos del microtráfico en Capotillo y la parte norte de la ciudad, Manuel Emilio Mesa Beltrè (El Gringo) agredieron al foto-reportero Franklin Guerrero, en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
La narco-turba estaba encabezada por el padre, hermanas y familiares de El Gringo.
Este personaje tiene un amplio historial delincuencial.
Descolla en el bajo mundo del tráfico de drogas narcóticas a su llegada de San Juan de la Maguana, en la época dorada de Luís Paula Rosario (Luís Quita Tenis), Danny 45, Nanao, Nando y otros hombres fuertes de la calle 42, próximo al mercado de la Duarte.
El primer trabajo de El Gringo era vender carbón en el mercado.
Sus clientes y en el barrio les decían “San Juan” el carbonero.
Luego pasa a la red de distribuidores de Luís Quita Tenis convirtiéndose por su arrojo y guapeza en su hombre de confianza para resolver cualquier situación que se presentara.
Tanto “San Juan o El Gringo” y el jefe militar de la banda de Luís Quita Tenis, Nino Cuboy tenían a su cargo el ejército de sicarios, en su gran mayoría entrenados para matar.
Las carreras, montado en una pasola, que hacia El Gringo en Capotillo son altamente conocidas.
Una vez consolidado El Gringo pasa a ser jefe de su propio grupo formando una alianza con Pascual Cordero Martínez (El Chino).
Los dos forman un imperio, desplazando a Luís Quita Tenis, quien deja espacio libre para las operaciones de estos reyes de las drogas.
La bonanza de El Gringo y El Chino salió a la luz pública por las jepetas, los carros de lujo, discotecas y otros bienes que exhibían.
Los grandes recursos económicos que manejaban permitieron a El Gringo instalarse en el ensanche Luperón, en una vivienda, y para demostrar que era un rey compró dos casas continuas construyendo un palacete, una de esas viviendas la deja para piscina.
El Gringo, al ser detenido por una patrulla mixta de la Dirección Central Anti-narcóticos, que comanda el general licenciado Alejandro Antonio Estévez Beltrè, un sargento y un oficial de la policía preventiva, ofreció medio millón de pesos para que lo dejaran en libertad junto a su acompañante Yocasta Campusano.
Esta oferta fue rechazada, provocando un estado de desesperación de El Gringo que comienza a realizar llamadas.
Acude un coronel que trata de llevárselo para el destacamento C-2 y el oficial de la Dirección Central Anti-narcóticos establece que ese es un preso de drogas y debe ir a la sede principal de la dependencia.
El Gringo acostumbrado a dar órdenes a sus colaboradores civiles, exmilitares y algunos militares con rangos, entra en pánico cuando una batería de periodistas y fotógrafos les toman imágenes, donde aparece tapándose la cara igual que Yocasta.
Este personaje archifamoso, a pesar de tener cincos fichas y expedientes pendientes nunca había sido arrestado. Andaba libremente, en los mejores vehículos modernos, y en uno de ellos, una jepeta marca BMW del 2009, fue detenido.
Para entender quien es El Gringo reproducimos los antecedentes publicados por el periódico El Día de fecha 4 de noviembre, del presente año.
“El Gringo, quien nació en San Juan de la Maguana el 14 de agosto de 1974, tiene un total de cinco fichas en la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), y junto a su compañero Pascual Cordero Martínez (El Chino) están sindicados como los mayoristas del narcotráfico de la zona norte de la capital.
“Según el expediente de la DNCD, este fue detenido el l4 de julio de 1992, el 26 de julio de 1995 y el 22 de septiembre de ese mismo año.
“Además, Mesa Beltrè fue arrestado el 12 de julio del año 2006 junto al Chino, Pedro Alexis Alcántara, y Manuel Núñez Lorenzo.
“En esa ocasión le fueron decomisado, entre otras cosas, un carnet del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI)”:
Durante el juicio para conocer la medida de coerción El Gringo se definió como un empresario, y afirmó que la suma de más de 4 millones de pesos, incautados dentro de la jeepeta, eran de un préstamo tomado en la casa de cambio Hermanos Solano.
Defendió su integridad de empresario y cuando el juez lo cuestionó sobre el origen de la fortuna no tuvo respuesta.
Estamos frente a un capo consumado que tiene socios en importantes sectores de poder económico, político, militar y policial de la pasada administración de Hipólito Mejía, y de la presente, del doctor Leonel Fernández Reyna, una muestra de ello es que en 2006 le confiscan un carnet del DNI.
Por eso se siente con poder, y un poder tal que manda a golpear al foto reportero Franklin Guerrero, en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, y el mismo día que les imponen tres meses de prisión en Najayo, en la noche sus sicarios se presentan en la casa de Guerrero a tirotearla.
Ese es el comportamiento gansteril de los capos que buscan amedrentar y silenciar a las voces que en los medios de comunicación combaten este fenómeno que destruye los valores morales de la familia y la sociedad.
Las evidencias presentadas por la Dirección Central Antinarcóticos de la policía; la DNCD y la fiscalía son más que suficientes para aplicarle todo el peso de la ley 72-00 sobre lavado de activos, que el artículo 3 y el artículo 22 establecen penas de 2 a 5 años de prisión y sentencia de confiscación de bienes.
Corresponde al tribunal que ventilará este caso aplicar la ley.
Entre tanto, tenemos que desarrollar una jornada de solidaridad con Franklin Guerrero, para que El Gringo y sus rufianes entiendan que él no está solo.
La solidaridad y condena tiene que expresarse en noticias, artículos de opinión y otros medios, dando a conocer quien es El Gringo y los bienes que tiene.
Manos a la obra.