SANTIAGO.- El experto laboral y dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Angel Julián Serulle, planteó reglas claras y transparentes en la política migratoria del país, a fin de detener la masiva inmigración de haitianos indocumentados a territorio dominicano.
No obstante, Serulle estima que lo que ocurre con los haitianos en República Dominicana, se presenta entre los nicaraguenses y costarricenses, guatemaltecos y mexicanos, los mexicanos y los Estados Unidos y también ese fenómeno se presentaba en Europa mucho antes de 1946.
Según el experto laboral, la República Dominicana y Haití tienen que comprender que son dos Estados diferentes y que por tanto ambos tienen que tratar reglas de juego bien definidas en lo que concierne a la política de migración con un tratado bilateral en la que se pongan las condiciones de que como pueden entrar los haitianos a este territorio.
Por tal razón, plantea que se doten a los haitianos de tarjetas de diferentes colores que identifiquen a los que cruzan para trabajar, los que lo hacen a asuntos de comercio, turismo o los que simplemente vienen por un día para luego retornar a su país.
Serulle es de opinión que se permita el libre tránsito de esos ciudadanos, pero organizado y controlado como ha ocurrido en la Unión Europea y otras partes del mundo.
Igualmente sostiene que hay que buscar una voluntad recíproca de comprender la importancia del mercado bilateral.
A su juicio en la medida que se defina una conducta de mercado e intercambio comercial, en esa misma proporción se tomará conciencia de la importancia de los controles y la viabilidad en el mercado laboral.
En su opinión, es necesario el libre tránsito organizado y que las autoridades comprendan su responsabilidad y no prestarse de un lado y el otro al “macuteo”, dejar hacer y dejar pasar para beneficio de determinadas personas que tienen la alta responsabilidad.
Cree que esa responsabilidad tiene que surgir del poder político tanto de Haití como de República Dominicana.
Julián Serulle recordó que España era la cenicienta de Europa donde iban los emigrantes a trabajar como domésticas y otras funciones laborales pesadas.
“España era un caudal en mano de obra y también en mercados, pero hoy está controlado el tránsito y que en República Dominicana hay que aprender lo que han hecho esas naciones del mundo”, isnsitió Serulle.