¡Arde el gimnasio de Miguel Cotto! Es lo que, literalmente, se observa en el ambiente donde acciona el peleador boricua, Miguel Cotto, quien el próximo sábado -en el lujoso hotel MGM de la ciudad de Las Vegas, estado de Nevada- cruzará guantes a toda violencia con el terrible púgil filipino Manny Pacquiao.
A sólo días de su gran reto, Cotto, quien está en los finales de su preparación física, debe -ya- tener diseñada su estrategia…¡una estrategia que, por lógica, debe organizar su entrenador Joe Santiago!
Pero, ¿es cierto, como ha declarado el propio Cotto, que el monarca puertorriqueño del peso welter no tiene presión y que, por consiguiente, subirá al cuadrilátero con la serenidad de un valiente boxeador, sin sentir nada de miedo ante un rival que ha demostrado que es un terror?
Pacquiao, en los últimos cinco combates de su maravillosa carrera profesional, ha vapuleado a sus rivales. Claro, dicen analistas, con excepción del mexicano Juan Manuel Márquez quien en dos batallas resultó ser para el filipino una dura piedra en su camino.
En efecto, Márquez, en las dos peleas que tuvo con Pacquiao se mostró estupendo…y hasta hay quienes afirman que "ganó aquellas dos peleas".
En el primer combate Pacquiao-Márquez, que se pactó en la división pluma (126 libras), el resultado fue tablas. Un empate cuestionado, de acuerdo con expertos. En la revancha, realizada casi tres años después, pero en la categoría de los ligeros (135 libras), Pacquiao salió airoso. Pero fue un combate sangriento y muy equilibrado.
Los siguientes enemigos del filipino, entre ellos Oscar de la Hoya y el británico Ricky Hatton, fueron derrotados de forma fácil.
Hatton, a quien muchos consideraban como "el más fuerte rival para Pacquiao", duró en el cuadrilátero "menos que una cucaracha en un gallinero". Fue vapuleado en menos de cinco minutos.
Lo que se espera
Para la mayoría de los analistas, lo que se espera el 14 de este mes en el majestuoso hotel MGM de Las Vegas es una "batalla campal". Los analistas no creen que esta vez, como ocurrió con sus anteriores rivales, Pacquiao "vaya a comer con su dama".
Se cree que va a ser un combate intenso de principio a fin y que podría ocurrir una "agradable sorpresa para los puertorriqueños". Así dicen en razón de que Cotto ha tenido su preparación más seria (y prolongada) para una pelea desde que abrazó el boxeo profesional.
Sin embargo, lo que muchos analistas dicen es que "para poder derrumbar la muralla filipina, que representa Pacquiao, el boricua no sólo tiene que subir al ring en plenitud condiciones físicas- como parece que será-, sino que tiene, por obligación, que neutralizar la cerrada guardia zurda de Pacquiao…¡y nunca permitir que éste vaya a la pelea cuerpo a cuerpo!
A Cotto le conviene hacer la pelea a media distancia. Y en ocasiones a larga distancia para de esa forma evitar que Pacquiao se le encime y penetre su veloz y poderoso gancho izquierdo.
En lo que resta de entrenamientos para ambos gladiadores podrían cambiar muchas cosas, en el plano técnico, por lo que los analistas siguen organizando sus pensamientos para finalmente emitir un criterio acabado y definitivo respecto a quién tiene las mayores posibilidades de bajar del cuadrilátero con la sonrisa del triunfo.
No obstante, desde hace varios días en Las Vegas las bancas reciben apuestas a razón de 3-1 a favor de Pacquiao. Es decir, que a seis días del combate, el filipino salta como favorito 3-1.
Cotto, en su más reciente pelea, -en defensa de la corona welter de la Organización Mundial de Boxeo- salió airoso ante el africano Joshua Clottey.
Pero esta victoria no debe servir, de ninguna manera, de termómetro para vaticinar lo que podría ocurrir la noche del 14 de este mes a favor del boricua cuando enfrente al terrible Manny Pacquiao.
