Como parte de su estrategia para preservar la pureza del agua de Villavicencio, la empresa Aguas Danone de Argentina presentó su nuevo plan de protección de la reserva natural ubicada en esa zona montañosa.
Diario UNO
Con una inversión de $200.000 por año, el plan 2009-2013 incluye desde la incorporación de más guardaparques para patrullar las 70.000 hectáreas de extensión que tiene la reserva hasta la construcción de cortafuegos, ya que el peligro de incendio es uno de los problemas más acuciantes de esta reserva.
Además, el plan contempla la determinación de áreas de máxima, mediana y mínima protección.
Esto significa que, según la biodiversidad en riesgo, se podrán permitir o no algunas actividades, como el turismo de bajo impacto (caminatas y observaciones de especies, entre otras).
El otro componente incorporado es trabajar con los vecinos de la reserva para que ellos también tomen medidas de protección, ya que las diferencias entre la preservación dentro y fuera de la reserva son notables.
Para asegurar que el plan y su manejo sean realmente efectivos, está contemplada la creación de una una comisión de expertos que monitoreará en forma permanente las distintas áreas de la reserva.
Cómo surgió la idea
Similar a una cadena de favores, Danone de Argentina le solicitó a la Fundación Vida Silvestre que actualizara su primer plan de manejo ambiental, realizado en 1999. A su vez, la fundación le encargó la tarea a científicos locales del Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (Iadiza).
En este ámbito, Silvia Puig y otros diez profesionales comenzaron hace un año la investigación sobre el terreno, que finalmente derivó en las nuevas recomendaciones para conservar correctamente la Reserva Natural Villavicencio.
Según Puig, "la diferencia entre el primer plan y éste es la gran cantidad de información que había sobre el lugar, gracias al trabajo de los guardaparques. El gran problema es la persistencia de focos de incendios y la necesidad de resguardar las aguas surgentes y vegas (extensión de tierra baja, llana y fértil, generalmente regada por un río)".
A partir de ahora, la Secretaría de Ambiente de la Provincia deberá analizar el plan de manejo de la reserva para autorizar a la empresa Danone a concretarlo.
Sucede que la Reserva Natural Villavicencio tiene un abordaje mixto, entre una empresa privada y el Estado. Es decir, si bien la reserva es de propiedad de Aguas Danone, el plan de manejo ambiental debe estar avalado por el Gobierno provincial.
Villavicencio es la primera reserva natural privada de la provincia que tiene un plan de manejo.
François Eyraud, director general de Aguas Danone de Argentina, adelantó que ya están hechos los convenios necesarios con la Provincia para arreglar el camino a Villavicencio, uno de los puntos flojos del paradisíaco lugar.
Inversor para el hotel
También indicó que la empresa ha encontrado un nuevo inversor para operar el hotel Villavicencio, pero -hermético- no quiso detallar el monto de la inversión ni la fecha de inicio de las obras.
"Está todo listo", dijo, mezclando francés con castellano.
Sobre la reserva, Eyraud comentó que no le deja ganancias a la empresa como unidad de negocio, sino que más bien es un costo.
Según el ejecutivo, el interés pasa por "garantizar que el agua siga natural y estar comprometido con la sociedad mendocina".
"El agua es algo que tiene mucho valor, y queremos hacerle ver a la gente que no sale de la nada, que sale de la tierra y hay que cuidarla", aseveró.