Orlando, Florida, EE.UU.- Las imágenes de tomografía computarizada permiten una forma más rápida y más barata de diagnosticar un ataque cardíaco cuando alguien acude a un cuarto de urgencias con dolor de pecho, según un estudio reciente.
Aproximadamente seis millones de estadounidenses cada año van al hospital con dolor de pecho, pero sólo una pequeña parte tiene realmente un ataque cardíaco. Las imágenes de tomografía computarizada se usan cada vez más para diagnosticar problemas porque dan un vistazo profundo y detallada del cuerpo, pero el equipo desprende mucha radiación, que puede elevar las probabilidades de que una persona desarrolle cáncer.
Se desconoce si el riesgo de este tipo de exámenes vale la pena. El nuevo estudio indica, sin embargo, que sí podrían ser valiosos para descartar rápidamente algún ataque cardíaco en las salas de emergencia.
Se desconoce si el riesgo de este tipo de exámenes vale la pena. El nuevo estudio indica, sin embargo, que sí podrían ser valiosos para descartar rápidamente algún ataque cardíaco en las salas de emergencia.
La investigación involucró a 749 víctimas de dolor de pecho en 16 centros médicos grandes de todo Estados Unidos. Se trató de personas que no mostraban señales claras de un ataque cardíaco en las pruebas de sangre o en electrocardiogramas, pero que los médicos tuvieron miedo de devolver a sus casas sin hacerles antes más pruebas.
"Una de las razones más comunes para que un médico en una sala de emergencia sea demandado es que mandan a un paciente (a casa) y luego regresan con un ataque cardíaco", dijo el doctor Sidney Smith, ex presidente de la Asociación Estadounidense del Corazón. "Es un problema grave", agregó.
Según el líder del equipo que hizo el nuevo estudio, la doctora Kavitha Chinnaiyan, una cardióloga del Hospital William Beaumont, en los suburbios de Detroit, entre 4 y 13% de pacientes que no mostraron señales claras de un ataque cardíaco recibirán un diagnóstico equivocado y al final tendrán un ataque cardíaco. Dijo que una cuarta parte de ese grupo morirá como resultado.
En el estudio, la mitad de los pacientes fueron examinados con tomografía computarizada y el resto con radiografías en las que se les administró un tinte radiactivo. La gran diferencia fue en costos y rapidez de diagnóstico.
Los pacientes a los que se les aplicó tomografía computarizada recibieron diagnósticos en aproximadamente tres horas, en comparación con más de seis para los demás. Sus pruebas también costaron menos: 2.137 dólares en promedio frente a 3.458 dólares para las radiografías normales.