El presidente de la Sociedad Dominicana de Criminología (SDC), Wilfredo Mora, declaró que en las investigaciones sobre el secuestro del joven Eduardo Baldera Gómez se cometieron muchos errores, por lo que podría ser poco confiable el informe de la Comisión de la Procuraduría General de la República que investiga el caso.
Expresó que en el secuestro quedó al descubierto la falta de idoneidad de los que hoy están al frente de la investigación criminal en el país, tras asegurar que el hecho nunca tuvo escena de crimen. A su juicio, la Policía no es la que tiene que involucrarse y entregarse de lleno a la investigación de los delitos.
Sostuvo que las múltiples ruedas de prensa de la Policía fue una debilidad del caso. Añadió que toda escena está consagrada para los investigadores criminalisticos y la figura del fiscal es la que tiene que aplicarse en una verdadera justicia.
El psicólogo forense sugirió que los legisladores emplacen a los actores que investigaron este caso y le pidan un informe y luego recomendar cambios en la estructura de las agencias criminales del país.
Expresó que el descubrimiento de un crimen es un acto de investigación, en el que se cuenta una historia; existen principios generales de identificación; se documentan los hechos a través de secuencias fotográficas, se elaboran las actas de evidencias encontradas, se hacen varios informes forenses… "En la presente investigación del secuestro todo esto ha sido escaso”.
Subrayó que el trabajo en la escena del crimen y de recolección de evidencias que se obtuvo no constituye una investigación trabajada adecuadamente dentro de los parámetros de la preservación, recolección, embalajes, y presentación de las pruebas para que den sus resultados como pruebas en un proceso penal. Es la cadena de custodia.
Afirmó que investigación encomendada a la Comisión ordenada por el Ministerio Público no tenía razón de ser, ya que sus miembros investigadores no tienen experiencias sirviendo dentro de una investigación criminal.
En su opinión, esa Comisión debió estar integrada por los principales directores de las Agencias Criminales del país, como el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), el Instituto Nacional de patología Forense( INPF), y la Policía Científica, aunque aclaró que las personas que integran esos organismos tampoco son forenses”.
El especialista indicó que en el caso Baldera pudo lograrse una concreción criminal; “es decir, el crimen de secuestro se investigó, pero no se procesó y menos se juzgó a nadie, de acuerdo a los principios básicos de la criminalística moderna”.