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Peña con el sacerdote Juan Luis Lorda.
Javier Colino S.J. dilecto, culto, educador, rostro amistoso, simple, suave en la conversación y el trato. Me obsequió el libro Moral – El Arte de Vivir. Una de las obras educadoras del sacerdote Juan Luis Lorda. Ingeniero industrial, doctor en Teología. Profesor de Antropología Cristiana de la Universidad de Navarra, y Curso de Humanismo.
En esta lectura he vivido que la moral consiste en un conjunto mínimo de normas acordadas para hacer posible la convivencia humana. Además contiene el aliciente de ofrecer una panorámica viva y general de los grandes temas de esta virtud.
No debo guardar en mi interior este camino en la búsqueda de la buena vida. Y, me animo a entregar a los amables lectores una peña imaginaria con el ilustre autor.
Nestor: Usted presenta la moral en el sentido de un arte, pero no el arte de tocar el piano o de pintar óleo, sino el arte de vivir bien. ¿Qué quiere decir aquí vivir bien?
Lorda: Voy a ser preciso y conciso para no cansar. Vivir bien quiere decir vivir como es propio de hombre, como le corresponde a un ser humano.
A primera vista para que no hace falta nada especial para vivir como un hombre: basta ser hombre y seguir viviendo como siempre, basta con dejarse llevar espontáneamente. Y es cierto, para vivir, basta dejarse llevar. Pero para vivir bien o para vivir como le corresponde a un ser humano, no basta. Para los animales basta, para los hombres no.
El hombre es un ser especial, es un ser libre. Libre quiere decir, entre otras cosas, que está mucho menos condicionado por sus intentos, pero por eso mismo, necesita aprender muchas cosas que los animales saben por instintos, y otras muchas que los animales no conocen de ninguna manera que son propias del hombre. Necesita ser educado para vivir como hombre. Si no es educado vive como un animal mal preparado. Esto en el mejor de los casos, porque lo normal es que, sin educación, no pueda sobrevivir.
Además necesita aprender a desplegar sus capacidades que vienen dadas con su naturaleza, pero el despliegue de esas capacidades necesita educación.
Nestor: ¿Usted me está indicando que sin la educación la razón no despierta y no me realizó?
Lorda: Cierto, fíjate entre las capacidades humanas, la más importante y la más característica del hombre es la libertad. Es la capacidad humana que hay que educar con mayor atención. Educar un hombre no es ni siquiera instruirle y transmitirle conocimientos de las ciencias y las artes. Educar un hombre es, sobre todo, enseñarle a usar bien la libertad; a usar la libertad como es propio de un hombre.
Tiene que aprender lo que debe hacer y lo que debe evitar: que es lo conveniente y que es lo inadecuado. Y ahora podemos entender mejor lo que es la moral, lo que significaba esta palabra cuando se empezó a usar. Acabamos de decir que la libertad es la principal característica del ser humano. Pues bien, la moral que es el arte de vivir como hombre, se puede definir también como el arte de usar bien de la libertad. Un arte que cada hombre necesita aprender para vivir dignamente.
Continuaremos…