El fabricante de automóviles Daimler-Mercedes, nuevo propietario de la escudería de Fórmula 1 Brawn GP, está en conflicto con el grupo químico alemán Henkel por un caso de fraude en un contrato de patrocinio en la F1, reveló este lunes el periódico Handelsblatt.
El ex director de actividades de patrocinio de Henkel, un grupo industrial especializado en la química y los cosméticos, firmó hace unos meses con Brawn un contrato para invertir 90 millones de euros durante tres años, a partir de marzo 2010, según el periódico.
Pero la dirección de Henkel asegura que no estaba al corriente.
El hombre de 43 años, que está siendo investigado por la justicia por estafa y falsificación de documentos, estuvo durante un año medio mandando falsas facturas en nombre de Henkel, según Handelsblatt.
Con la ayuda de dos cómplices habría comprometido a la empresa por un total de 45 millones de euros, 11 de los cuales habrían desaparecido.
El caso salió a la luz cuando la escudería Brawn GP cambió de propietario. La dirección de Daimler avisó entonces a los responsables de Henkel, que despidieron inmediatamente a su empleado.