Las malas prácticas médicas parecen ser el argumento blandido por el secretario de Salud Pública, Bautista Rojas Gómez, ante la gran cantidad de muertes a causa del dengue en el país Sin duda, el Aedes Aegypti ha hallado caldo de cultivo, no sólo en las negligencias que han provocado la muerte de 60 personas, en su mayoría niños y niñas, sino además, en la ausencia de medidas higiénico sanitarias y programas de prevención en barrios y ciudades.
Duele hablar de cuarenta fallecidos en el hospital Robert Read Cabral y más penoso aún resulta escuchar que los doctores trasladen de manera tardía e inadecuada a los pacientes con dengue de hospitales donde deben ser atendidos de inmediato, porque lo importante es actuar a tiempo e impedir las pérdidas humanas, en cualquier rincón del país.
Interactúan abandonos, ausencia de una educación desde las escuelas mismas, malos manejos en los pacientes que llegan a los centros asistenciales en estado crítico y en vez de actuar de inmediato, como señala Rojas Gómez, son trasladados inadecuadamente.
Muchos eslabones han fallado en el enfrentamiento del dengue, desde la prevención, hasta el diagnóstico mismo de la enfermedad.
Ojalá las incongruencias entre la dirección de Salud Pública en el país y el gremio médico no sigan influyendo en el mal trato a los pacientes y mucho menos en el aumento de víctimas por la dolorosa epidemia.
