PARÍS.- El ex patrón de Renault, Flavio Briatore, rehabilitado por el Tribunal de Gran Instancia de París tras su exclusión de por vida de la Fórmula Uno, aseguró que se ha apuntado "una victoria por KO" frente al ex presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Max Mosley.
"Cuando la FIA decidió excluirme, se me cayó el mundo encima", cuenta Briatore en una entrevista publicada el martes en "Le Parisien", donde dice que necesita "un poco de tiempo" para "digerir este asunto" y que, cuando nazca su hijo en dos meses, pensará si regresa o no a los circuitos.
Ahora la FIA, dice Briatore, debe "salir de un sistema desacreditado" y para ello confía en el nuevo presidente de la Federación, el ex patrón de Ferrari, Jean Todt, al que conoce hace más de 15 años.
Mosley tenía "poder absoluto sobre la FIA y sobre sus miembros", explica Briatore, quien asegura que su enfrentamiento con el británico se remonta a 1994, cuando la Federación decidió excluir a Benetton, el equipo que dirigía entonces, y a su piloto Michael Schumacher, del Gran Premio de Bélgica en un año en el que el alemán se proclamaría Campeón del Mundo, por delante de Damon Hill.
"Mi exclusión -de por vida- tenía lógica, pero era aberrante", asegura Briatore.
Positiva también es la vuelta del heptacampeón Schumacher, lo mejor que podía pasarle a la Fórmula Uno "después de semanas de publicidad negativa", explica el italiano, quien considera que la espantada de grandes constructores de la Fórmula Uno es "consecuencia directa de la gestión de Mosley".
La FIA le sancionó al considerarle el urdidor del accidente de su piloto Nelson Piquet durante el Gran Premio de Singapur de 2008.
La justicia francesa anuló la exclusión de por vida dictada contra Briatore al considerar que fue dictada a partir de un testimonio anónimo del que el director deportivo no pudo defenderse.