CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI habló el domingo sobre los disturbios entre inmigrantes e italianos en el sur de Italia, alegando que los inmigrantes tienen derechos, deben ser respetados y son amados de igual manera por Dios.
Benedicto XVI hizo la advertencia al final de su tradicional bendición del mediodía, durante la cual también denunció los ataques contra los cristianos cópticos en Egipto, que dejaron siete personas muertas.
"¡Que nunca se permita la violencia en el nombre de Dios!", dijo Benedicto XVI.
Benedicto XVI dedicó la mayor parte de su mensaje a la situación en la ciudad calabresa de Rosarno, donde cientos de trabajadores migratorios africanos protagonizaron disturbios después que dos inmigrantes fueron heridos en un tiroteo.
Cerca de 40 personas resultaron heridas tras dos días de disturbios en Rosarno, en el sur de Italia.
El Papa dijo que los inmigrantes buscaban una mejor vida en un país que los necesita y que sin embargo corren el peligro de ser explotados por no contar con documentos de residencia legal.
Muchos inmigrantes indocumentados, la mayoría procedentes de Africa, van a Italia en busca de trabajo a pesar de mala paga y una vida en condiciones miserables.
El pontífice invitó a todos a "ver en la cara de otros y descubrir que hay un alma, una historia, una vida, una persona que Dios ama y que me ama".
La violencia ha menguado grandemente y muchos de los centenares de trabajadores migratorios asustados o enojados han sido expulsados del área en autobuses, se han alojado en refugios o han salido por sí mismos en trenes o en sus propios automóviles.
Los ataques subrayan las tensiones que se han cocido a fuego lento entre los inmigrantes y los italianos, que dependen mucho de los extranjeros para hacer labores que ellos se niegan a hacer, como en el campo agrícola, doméstico o trabajos de fábrica.
El pontífice hizo sus declaraciones después de bautizar a 14 bebés en la Capilla Sixtina en un ritual anual.
En cuanto al ataque en Egipto, hombres armados atacaron a disparos el miércoles por la noche a un grupo de cristianos cópticos mientras salían de una iglesia local después de una misa en la Víspera de la Navidad cóptica. Seis creyentes y un guardia musulmán murieron y nueve personas fueron heridas.
