Madrid.- Carlos Sainz, que el sábado logró, al volante de un Volkswagen Race Touareg, la primera victoria española en la categoría de coches de rally Dakar, señaló hoy en Madrid, después de ser homenajeado por al Ayuntamiento y la Comunidad, que aún no sabe si el año que viene volverá a disputar esta carrera.
"Este no es el momento de tomar decisión alguna. Además, habrá que ver lo que decide hacer Volkswagen; y tengo que hablar con mi mujer, con mis hijos… y ya veremos. Ahora hay que disfrutar de esta victoria", señaló Sainz durante un almuerzo de celebración organizado por Volkswagen.
Al recordar el Dakar Argentina-Chile que acabó el sábado, el piloto madrileño, dos veces campeón del mundo de rallys y una de la Copa del Mundo FIA de rallys todoterreno, señaló que su triunfo fue "luchado y peleado" y que "alguno ha tenido que fastidiarse", en referencia a los pilotos que consideran que su manera de entender la carrera no es para el Dakar.
Sainz recordó que en esta carrera, considerada la más dura de cuantas se disputan, "se pasa mal muchas veces".
Señaló que el momento más delicado fue "en una etapa cuando faltaba poco para que acabara (la carrera)", en la que tuvo dos pinchazos e incluso se estropeó la puerta de su copiloto, Lucas Cruz. "Con tanta tensión, cuando pudo salir del coche, Lucas fue a cambiar una rueda equivocada", dijo. Y para el español lo más bonito del Dakar es la llegada.
Carlos Sainz afirmó además que en el Dakar "no había que cometer errores y a la vez mantener la mente fría", y precisó que se trata de una carrera en la que "es imposible regular".
Sobre su lucha con el qatarí Nasser Al Attiyah, Sainz dijo que se alegra de que Volkswagen no haya dado órdenes de equipo. "Es mejor así para que nunca parezca que es una victoria regalada", señaló.