La población dominicana tiene opiniones encontradas en torno a la intención del presidente Leonel Fernández de enviar mil 300 militares a Haití, para que formen parte de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas (Minustah).
Unos entienden que debido al conflicto histórico entre las dos naciones, que comparten la isla Hispaniola, la presencia de militares dominicanos podría verse como una injerencia en los asuntos internos de Haití.
Otros consideran que en momentos de necesidades y pruebas, los países olvidan las diferencias, y se ayudan, como ocurre con los haitianos que perdieron familiares, pertenencias materiales y hasta sus símbolos emblemáticos.
Juan Rosario, vendedor en el Mercado Nuevo de la avenida Duarte, se expresó a favor del envío de militares Haití, por considerar la propuesta del mandatario como una obra de caridad del gobierno dominicano.
Mientras que Antonio García, Carnicero en la misma plaza, dijo esa es la actitud de ayuda que deben asumir dos naciones que comparten la misma isla, problemas, necesidades y el medio ambiente.
En tanto que Carlos Ciprian, vendedor de manzanas, agregó que si el gobierno envía las tropas Haití, es porque no habrá problemas y de seguro consensuó la medida.
Por su parte, Julio Modesto, propietario de un colmado en el Mercado Nuevo, añadió que en ninguna de las misiones de la ONU participan países vecinos, y “no es lo mismo conflictos entre haitianos y soldados japonés, que con dominicanos”.
Asimismo, el comerciante Rafael Guerrero sostuvo que la presencia de tropas dominicanas en Haití podría desencadenar enfrentamientos entre personas de ambas naciones, y a su vez convertirse en un conflicto de países.
Algunos ciudadanos que rehusaron identificarse manifestaron que debe sopesarse bien la medida, ya que tiene sus pros y sus contras, y a veces un gesto de solidaridad pude confundirse y traer problemas.
“Con la ayuda económica y la logística que se está brindando está bien y además, con un grupo reducido de militares, por varios meses, es una gran ayuda, pero enviar una cantidad así de oficiales puede mal interpretarse”, exclamó una vendedora.
La misión de las tropas dominicanas sería contribuir a la reconstrucción de la vecina isla, devastada por el sismo del pasado 12 de enero, en la que más de 200 mil personas perecieron y aproximadamente tres millones de personas quedaron sin casa.
