Peña con el sacerdote Juan Luis Lorda
5 de ?
Néstor: ¿Es el hombre un ser descentrado?
Lorda: Lo propio del hombre es ser libre. Lo que verdaderamente le distingue es su libertad. El hombre es dueño de si; hace lo que quiere; obra después de deliberar con su inteligencia; es dueño de sus actos; no está gobernado por sus instintos. Es verdad que puede dejarse llevar por los instintos y en algún momento ser dominado por ellos (como el que se deja llevar del pánico ante una situación peligrosa), pero ordinariamente se gobierna con la inteligencia y decide libremente su conducta.
Si el ser humano es capaz de salir del mundo cerrado y concéntrico de los instintos es precisamente porque tiene inteligencia. Mientras la inteligencia no se desarrolla y manifiesta, el comportamiento del hombre es bastante parecido al de los animales superiores.
El desarrollo de la inteligencia permite conocer las cosas como son y ponerse en la posición de las cosas.
El hombre no está centrado en si mismo, puede poner el centro de su atención en lo que lo rodea, situarse en el lugar de las cosas.
Cuando la inteligencia se abre al mundo y lo conocer tal como es, se está en disposición de superar el egoísmo instintivo. Es determina completamente la conducta y por lo tanto es un aspecto fundamental para entender cual es el modo de vivir que le corresponde al hombre; es decir, como es la moral.
Continuaremos…