Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está "absolutamente decidido" a conseguir una reforma migratoria y a lo largo de este año se implicará personalmente en el tema, aseguró hoy su asesora política, Valerie Jarrett.
En declaraciones a un pequeño grupo de periodistas hispanos, Jarrett aseguró que la reforma migratoria se mantiene como una de las prioridades legislativas personales de Obama, quien no tiene "ninguna intención de permitir que la inmigración quede en el olvido".
En su discurso sobre el Estado de la Unión anoche, Obama aludió a la reforma migratoria en términos que han sido muy criticados por los grupos comunitarios latinos.
"Deberíamos continuar el trabajo de arreglar nuestro fallido sistema migratorio, de garantizar la seguridad en la frontera, hacer cumplir nuestras leyes y asegurarnos de que cada persona que cumple las reglas pueda contribuir a nuestra economía y enriquecer a nuestra nación", dijo Obama.
El mandatario, que dedicó la mayor parte de su discurso a la economía para asegurar que la prioridad de 2010 será la creación de empleo, no pidió al Congreso directamente que apruebe una medida en este sentido.
Sin embargo, Jarrett aseguró hoy que la reforma migratoria es parte de la agenda de Obama. "Por eso lo incluyó en su discurso", subrayó. "Todo lo que estaba incluido en ese discurso va a ser una prioridad", con independencia del espacio que se le dedicó, comentó la asesora.
La inmigración "no quedará al margen porque vayamos a darle prioridad a la creación de empleo. Podemos hacer varias cosas a la vez", dijo.
Pero, indicó que hay que tener en cuenta que la inmigración no quedará aprobada sin un apoyo bipartidista en el Congreso.
"Eso era verdad el año pasado y es todavía más verdad después de las elecciones en Massachusetts" la semana pasada, en las que los demócratas perdieron la mayoría absoluta en el Senado que les permitía esquivar cualquier posible veto de la oposición republicana, admitió Jarrett.
Para sacar adelante la reforma, indicó, será necesario también el apoyo del público.
"Tenemos que asegurarnos de que educamos al público para que se dé cuenta de que esto no un asunto sólo de latinos, es un asunto de todos los estadounidenses, es bueno para nuestro país y para crear trabajos", creará estabilidad en el puesto de trabajo y reducirá la discriminación, entre otras cosas, explicó.
En este sentido, prometió que a lo largo de este año Obama se implicará personalmente en la defensa de la reforma migratoria.
Durante su campaña para las elecciones presidenciales de 2008, Obama prometió una reforma migratoria integral.
La comunidad latina lo apoyó de manera decisiva y cerca del 67% de los votantes hispanos le entregaron su voto en aquellos comicios, lo que le dio la victoria en varios estados clave.
Las reacciones de los grupos latinos, sin embargo, tras el primer discurso sobre el Estado de la Unión de Obama han sido unánimes al expresar su decepción.
"La declaración (de Obama) fue muy débil. No dijo lo que los latinos queríamos oír", dijo a Efe Vanessa Cárdenas, una analista del Centro para el Progreso Estadounidense (CAP, en inglés).
"Para motivar a la gente a salir a votar es importante cumplir las promesas que se hicieron y Obama claramente se comprometió a impulsar la reforma", afirmó.
El legislador demócrata Luis Gutiérrez promueve un proyecto de ley que legalizaría a la población indocumentada, pero en el Senado aún no se ha presentado una medida similar.
La iniciativa de Gutiérrez busca sacar de la sombra a los doce millones de inmigrantes indocumentados que se calcula viven en Estados Unidos.
El mensaje de los latinos es que los políticos que continúen obstruyendo o postergando soluciones serán castigados en las urnas en noviembre próximo, cuando se renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 34 del Senado, y varios gobernadores. EFE