Nueva York.- Los ejercicios de fuerza de baja intensidad son beneficiosos para las embarazadas y no modifican el tipo de parto, indicó un nuevo estudio.
Hacer ejercicio durante el embarazo es bueno para la salud, explicó en American Journal of Obstetrics and Gynecology el equipo del doctor Rubén Barakat, de la Universidad Politécnica de Madrid, en España.
De todos modos, hay pocas investigaciones médicas dedicadas a los efectos del ejercicio de resistencia en el embarazo y a evaluar si eso realmente altera el parto.
El equipo comparó los resultados de los partos de dos grupos de 80 mujeres.
Uno de ellos había realizado ejercicios supervisados de tonificación muscular de hombros, brazos, pelvis y piernas, más ejercicios articulares, durante la segunda mitad de la gestación, y el otro no había hecho ejercicios.
Todas las mujeres habían hecho menos de 20 minutos de ejercicio tres o menos días por semana, un bajo nivel de ejercicio que mantuvo el grupo "de control".
En cambio, el grupo que hizo ejercicio supervisado participó en un programa de tres sesiones semanales de menos de una hora con ejercicios de tonificación y resistencia a partir de la semana 12 o 13 de embarazo hasta el parto.
No hubo efectos adversos ni en las 72 mujeres que hicieron ejercicio y las 70 del grupo de control que finalizaron el estudio.
Y, a diferencia de un estudio previo que había identificado un aumento de los partos vaginales en embarazadas que hacían ejercicio durante la gestación, el equipo de Barakat no halló diferencias en el tipo de parto entre los dos grupos estudiados.
En el grupo que hizo ejercicio supervisado, 51 mujeres tuvieron un parto vaginal, 10 necesitaron asistencia con instrumentos y 11 tuvieron cesárea, comparado con el 50, el 9 y el 11 por ciento, respetivamente, en el grupo que no hizo ejercicio.
Ambos grupos necesitaron anestesia epidural por igual y los mismos tiempos para alcanzar dilatación completa y el parto. Además, los recién nacidos fueron igualmente saludables.
"Las mujeres que entrenaron estuvieron muy conformes con el ejercicio", escribió el equipo.
Estos resultados, junto con el deseo de las mujeres de hacer ejercicio en los próximos embarazos, y la falta de complicaciones con el ejercicio, respaldan los beneficios generales del ejercicio supervisado y de baja intensidad durante el embarazo.