Tras un período de verdadero desgaste, provocado por las huelgas y paros protagonizados por los hombres y mujeres de las batas blancas, con el consiguiente aumento del sufrimiento para la población dominicana, el vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, aseguró que el gobierno restablecerá el diálogo con el Colegio Médico Dominicano, a fin de buscarle una salida al aumento salarial de los profesionales del sector de la Salud.
De manera que se avizora una pequeña luz, que puede concluir el drama de un conflicto que fue noticia, y no precisamente por destacar cuestiones intrínsecas del funcionamiento y esfuerzos que requiere el país, individual y colectivamente, a fin de erradicar la mortalidad infantil, las muertes maternas y otros índices que aún socavan la salud pública en la República Dominicana.
Fue un período difícil en general y es cierto que deben sentirse muy mal los hombres y mujeres del gremio, sobre todo cuando ven que funcionarios públicos poseen salarios que no están a la altura de esos esfuerzos que a diario debe realizar un doctor, una enfermera y otros seres que tienen en sus manos, nada menos que la salud y la vida de las familias dominicanas.
Las imágenes que se transmitieron a través de la prensa nacional, durante el pasado año, resultaron más que reprobables. Ahora, la aseveración de Alburquerque revela una especie de entendimiento y disposición del gobierno para acudir al diálogo en pos de hallar una salida a los reclamos de aumento salarial de los galenos.
Ojalá hubiese ocurrido antes, pero, digamos que es “mejor tarde que nunca”…
