Derrochando frescura y modernidad, y con un porcentaje envidiable de aceptación en todos los sectores, doña Milagros ayer brilló con luz propia en la puesta en escena como candidata a senadora por el Distrito Nacional del Partido Revolucionario Dominicano.
Señora incuestionable en la política doméstica dominicana. Un logro político y, por ende, de liderazgo del presidente del partido Vargas Maldonado, al insistir encabezar la boleta perredeísta con un icono de larga trayectoria partidista en nuestro país.
El resultado no será otro que urnas rebosantes de votos blancos el próximo 16 de mayo, porque será un privilegio nacional que la voz del pueblo en el senado esté representada por doña Milagros Ortiz Bosch.
La provincia de San Cristóbal sin duda alguna le traerá a doña Peggy momentos muy duro en lo personal. A esto deberá sobreponerse sin causar pena política ni muchos menos que algunos intenten politizar con ello.
Las personas que las conocen dicen que es una mujer muy trabajadora y puntual. Pudo haber decidido conformarse con ser probablemente la viuda más emblemática de nuestro país; pero no, ha decidido inmiscuirse en el quehacer de la vida política.
Doña Peggy: no le será fácil ganarse a los y las sancristobalenses sin que les mencionen a su difunto esposo, pero de seguro que las anécdotas, las palabras de ánimo e incluso las críticas propia de los acalorados debates que traen consigo la campaña electoral no la distraerán de su misión y visión política de " un PRD para los nuevos tiempos”.
Seguro que lo logrará-convencerá y vencerá- en la provincia que vio cerrar los ojos y diseminar sus últimas palabras en los corazones, el líder más grande que ha dado la República Dominicana.
Madrid-España.