La Iglesia Católica se quejó por la incompetencia y la ambición por hacer dinero fácil por parte de los candidatos; los enfrentamientos entre policías y supuestos o reales delincuentes; el pesimismo; la falta de jerarquización con los problemas que afectan el país; la poca atención en la Educación; el fracaso del sistema eléctrico y el deterioro de la dignidad de los políticos que pone en peligro la democracia nacional.
Con ocasión de la fiesta de la Independencia Nacional y cumpliendo con misión de guías espirituales, los obispos dirigieron un mensaje a los dominicanos y dominicanas de buena voluntad sobre la situación nacional y pidieron una profunda profilaxis entre los candidatos a cargos electivos y los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Según la Iglesia, esto permitirá que los ciudadanos puedan elegir a personas coherentes, con los principios éticos y morales en las elecciones legislativas y municipales de mayo próximo; además que evitará el intercambio de disparos entre policías y presuntos delincuentes, ya que “no es admisible el expeditivo y fácil recurso de su liquidación”.
Los obispos señalan que a los ciudadanos “le repugnan las promesas y descalificaciones de unos (candidatos) contra otros”, por lo que la sociedad reclama “una campaña serena, respetuosa, digna y breve”.
“Los partidos políticos y los políticos han sufrido una notable disminución de estima y confianza. Esto amenaza nuestra democracia y asoman intentos de retornar a tristes sistemas del pasado”, por lo que consideran el ejercicio de la política debe recuperar la dignidad para beneficio de los pueblos.
Con relación a la crisis económica mundial, los obispos dijeron que la lección que debe extraerse es que “cuando las cosas no se hacen bien y no se ponen remedios a tiempo, el mal se agrava y llegado un momento revienta causando males insospechados”.
Sugieren que se fortalezca la producción agropecuaria para superar la falta de alimentación, para lo que a su juicio es vital la tecnificación y la modernización de la producción y la gerencia con mayor inversión por parte del gobierno y el empresariado privado.
La nueva Constitución
La Iglesia Católica saludó el hecho de que el país cuenta con una nueva Constitución, fruto de varios años de reflexión y de la participación de los principales agentes sociales y políticos; de igual modo, dijo albergar la esperanza de que el texto constitucional sea ampliamente difundido y estudiado, para que cada dominicano y dominicana adquiera clara conciencia de sus derechos y deberes y actúe conforme a éstos.
“De nada vale contar con nuevas y modernas leyes, si éstas no se respetan ni se aplican”, dice el documento.
Dignidad y democracia
Los obispos indican que a nivel mundial, los partidos políticos y los políticos han sufrido una notable disminución de estima y confianza; lo que, a su entender, amenaza la democracia dominicana y asoman intentos de retornar a tristes sistemas del pasado.” Es necesario que los partidos y los políticos recuperen y vivan la dignidad de su quehacer. Para bien de ellos y de los pueblos”.
Elecciones
“Es el momento de enderezar nuestras campañas electorales. En medio de la crisis económica, que envuelve a la humanidad, es una insensatez hacer una campaña costosa, dispendiosa. Debe ser austera. Hacerla gravosa y a expensas de los candidatos es un incentivo a un futuro actuar corrupto para resarcir pérdidas absurdas”, dice el documento.
La Iglesia dice que una de las funciones de los partidos debiera ser purificar la lista de los candidatos, cerrando el paso a los incompetentes, ambiciosos y corruptos; y no olvidar que a los ciudadanos les repugnan las promesas y las descalificaciones de unos con respecto a otros.
El comunicado dice que la sociedad reclama una campaña serena, respetuosa, digna y breve y que sería reconfortante y promisorio constatar, en las próximas elecciones, el inicio de esa deseada recuperación de la dignidad de los partidos y de los políticos.
Pidieron a los electores que, al momento de emitir el voto, actúen conforme a la conciencia recta, escogiendo a los candidatos más idóneos y a los que consideren que puedan servir mejor al bien común y a la Patria, y sobre todo, valorar a aquellos que en el transcurso de su vida pública hayan demostrado una mayor coherencia con los principios éticos y los valores morales.
La pobreza
La pobreza tiene dos expresiones: sus condiciones de vida y el estado de pobreza y sus causas. Es obligación del Poder Público y de la sociedad civil mejorar sus condiciones de vida. Los servicios básicos deben llegar a sus barrios y regiones apartadas al igual que a otras circunscripciones, según la Iglesia.
Lo principal, sin embargo, es sacarlos de su estado y el medio más eficaz es el empleo; dado el alto índice de desempleo y subempleo, a una, el Gobierno y la sociedad civil deben hacer un sabio y concertado esfuerzo para crear empleos en todos los sectores productivos.
La droga
Indican que la droga es un monstruo que con su poderío económico y con sus métodos está invadiendo todo, no excluida la policía, las fuerzas armadas, las autoridades y jueces; que corroe, degenera, envilece, destruye, mata y descompone la sociedad.
Además, “es un enemigo de la persona y de la sociedad que debe ser enfrentado por todos con severidad y eficacia. No es posible desligar de ella a los adictos sin su voluntad decidida. Hay que ser conscientes de los ingentes caudales de dinero que en ella se mueven”.
Agradecieron a todos los envueltos en el combate contra esa plaga moderna y dijeron que es de suma importancia el fortalecimiento de las instituciones que trabajan en el tema de la prevención y la educación a la juventud para que no sea víctima de este mal, así como también el apoyo a aquellas instituciones dedicadas al tratamiento y a la cura de la adicción.
Sistema eléctrico
“Es uno de nuestros mayores fracasos. Promesas sucesivas han terminado siempre en total frustración. Es claro que la solución no es fácil, sobre todo hoy que debe tomarse en cuenta las energías alternativas si queremos apuntarnos al futuro”.
Exhortaron al Gobierno y a los sectores empresariales involucrados en esta área de la economía nacional, a no escatimar esfuerzos en buscarle una solución definitiva a tan grave problema, ya que el desarrollo económico de la nación y, muy en particular el de las microempresas (talleres, ebanisterías, salones de belleza, etc.), depende mucho de la energía.
Instaron a los consumidores de electricidad a tener sentido del ahorro; usando la energía de manera racional según el espacio y el momento en que sea necesaria y a realizar honradamente el pago que corresponda.
La educación
Una vez más, los obispos tuvieron que decir que la educación tiene prioridad absoluta y que una nación será siempre lo que sean sus ciudadanos y estos serán siempre lo que sea su sistema educativo: su cobertura, sus objetivos, su programación y sus maestros y educadores.
Indican que los maestros y educadores son punto clave y que urge atender a este aspecto. “Es función esencial del mundo político resolver los problemas que surjan en la sociedad civil, pero la sociedad civil debe también contribuir con el Estado a esas soluciones”.
Firmas
El documento, con fecha adelantada del 27 de febrero, está firmado por Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Primado de América, Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano; y Ramón Benito De La Rosa y Carpio, arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros.
Además de los obispos eméritos Juan Antonio Flores Santana, Fabio Mamerto Rivas y Jerónimo Tomás Abreu Herrera. También Jesús María de Jesús Moya, obispo de San Francisco de Macorís; Francisco José Arnaiz, S.J., obispo auxiliar emérito y José Dolores Grullón Estrella, obispo de San Juan de la Maguana.
También por Antonio Camilo González, obispo de La Vega; y los obispos auxiliares del Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Amancio Escapa Aparicio, OCD; y Pablo Cedano Cedano. Además, Valentín Reynoso Hidalgo, MSC, obispo auxiliar del Arzobispo Metropolitano de Santiago de los Caballeros.
Otros obispos firmantes son Gregorio Nicanor Peña Rodríguez, La Altagracia, Higüey; Francisco Ozoria Acosta, San Pedro de Macorís; Freddy Antonio Bretón Martínez, Baní; Rafael Leonidas Felipe Núñez, Barahona; Diómedes Espinal de León, Mao-Montecristi; y Julio César Corniel Amaro, de Puerto Plata.
