“El comportamiento de EU interfiere seriamente la política interna China y también hiere los sentimientos nacionales del pueblo chino”.
“EU ha violado flagrantemente las normas de las relaciones internacionales y su aceptación de que el Tibet es una parte de China y, por lo tanto, no apoyaría su independencia”.
Son sólo dos párrafos de la reprimenda que el gobierno chino ha obsequiado al presidente Barack Obama, por la “afrenta” de haber recibido en la Casa Blanca a Tenzin Gyatso, el catorceavo Dalai Lama del budismo tibetano, Premio Nóbel de la Paz (1989). ¿Y que importa que se incomoden los chinos, si Estados Unidos es la primera potencia global y tiene el derecho soberano de reunirse con quien se le antoje?
Eso es así. siempre y cuando la dependencia del irritado no resulte tan esencial.
No olvidemos que el que se siente con derecho a gritarle de ese modo al gendarme del mundo, es nada más y nada menos que su principal acreedor. De no haber sido por China la crisis económica que ha sacudido las simientes del imperio habría resultado mucho más catastrófica.
La mano amiga de los chinos ha concurrido en beneficio de los estadounidenses, adquiriendo la mayor cantidad de sus bonos del Tesoro, 739, 600 millones, desplazando al primer prestamista de los Estados Unidos, que era Japón, que ha adquirido 634, 800 millones de dólares.
Los tibetanos son dueños de un inmenso patrimonio cultural, pero su deseo de independencia ha sido ahogado por la fuerza. En 1949-50, la China de Mao Zedong envío soldados a apagar a bayonetazos el sentimiento separatista. Siendo la misión imposible, llegó a un acuerdo: ustedes se aceptan como parte de China y se permitirá que en las cosas locales se autogobiernen.
El trato fue hecho, pero China lo fue desconociendo, hasta que el religioso y jefe del gobierno percibió que si no decían por aquí corrió, se contaría donde murió. Emprendió la huida en 1959 y estableció su gobierno desde la India. Las violaciones de China a los derechos de los tibetanos han estado en la agenda de la ONU, pero se ha impuesto la política, auspiciada por Estados Unidos, de mirar para otro lado.
El Dalai Lama, es un espíritu reencarnado. Su misión termina cuando el propósito se concrete, de modo que si la meta sigue inconclusa, reencarna en varias personas. Los candidatos son enviados a formación, entre los sabios budistas que determinarán la representación genuina de Avalokitesvara, un buda que reencarna desde 1391.
Los chinos han querido que Tenzin Gyatso, el único Dalai que ha salido a promover su misión, regrese al Tibet, sin condición, pero éste desestima la sospechosa oferta, alegando que lucha por la autodeterminación de los tibetanos y si ese objetivo no se concreta, su regreso nada significa.
Aunque a los chinos les han servido de poco esas señales, Obama trató de ser ambiguo, lo recibió en el salón de los mapas y no en el Despacho Oval, y no aceptó fotógrafos, excepción de uno oficial, y menos aún declaraciones conjuntas.
Además de la sociedad económica, Obama se crea dificultades con el aliado que requiere para disuadir el conflicto nuclear con Irán y Corea del Norte, pero como es sui géneris, ojalá todo le siga saliendo bien.