Moradores y comerciantes del sector Mata Hambre, en el Distrito Nacional, se sienten impotentes ante el hedor y la negligencia de las autoridades para solucionar el pozo de aguas negras que se forma en la calle José Contreras entre las avenidas Abraham Lincoln y Winston Churchill.
El charco de agua, proveniente de una cloaca, que emana del sector El Manguito, a pocos metros de la José Contreras, se ha convertido en un foco de contaminación y un dolor de cabeza, tanto para comerciantes, motoristas y transeúntes.
De acuerdo a residentes en el lugar, alrededor de 35 familias han tenido que mudarse en los últimos 12 meses por las enfermedades de la piel y respiratorias a la que estaban expuestos.
Orlando Morillo, gerente del taller automotriz Todo Carro, manifestó que debido a la peste que producen las aguas residuales ha perdido muchos clientes, porque cuando entran al negocio, el mal olor los hace salir inmediatamente.
Sostuvo que en ocasiones ha tenido que llevar a los clientes corriendo para la oficina, debido a que la fetidez los asfixia.
Morillo comentó que los dueños de negocios y demás afectados, han acudido al Ayuntamiento del Distrito Nacional y se han entrevistado con varios ingenieros, que les prometen resolver el problema, pero al fin de cuentas todo sigue igual.
“Nosotros hemos perdido clientes, inclusive teníamos un puesto de vender sándwich y tuvimos que quitarlo, porque nadie quería comprar”, expresó, visiblemente molesto, el dependiente del colmado Mercedita IV, que rehusó ser identificado.
Otro negocio afectado por el pozo negro es el dealer Príncipe Auto Import, el cual ha experimentado una merma en las ventas porque los cliente no pueden acceder al parque de exhibición y lo que logran entrar, dicen que no comprarán un carro con un hedor a heces fecales.
También los transeúntes y motoristas tienen que hacerlo de manera rápida para no ser salpicados por los carros que cruzan a una velocidad que expanden por doquier la pestilencia del charco residual.
Comerciantes y empresarios dijeron que tienen pautado una última visita para el ayuntamiento y si esta vez no se le escuchan, tomarán medidas drásticas.
Asimismo, criticaron la indiferencia del síndico Roberto Salcedo, quien no ha hecho nada para solucionar un problema que tiene varios años y que además está en una calle principal y con diversos negocios.