Madrid.- El mundial de rallys llega a México para disputar la segunda cita, con el francés Sebastien Loeb (Citroen) que buscará el triunfo y el liderato del certamen, aunque lo tendrá difícil ante un Mikko Hirvonen (finlandés de Ford), que quiere refrendar su buen inicio de año.
No les será fácil a ambos, pues tendrán que saber tratar con los elementos: la altitud que aminora la potencia de los vehículos, el polvo que resta adherencia a los primeros en salir o el calor para lo que se necesitará buena preparación física y resistencia.
Lo que sí se espera es la riada habitual de aficionados en las cunetas de los caminos siguiendo una prueba muy apreciada en el país americano, que este año estará teñido de conmemoraciones: los 200 años de la independencia de Mexico y los 100 de su revolución.
Si hace tres semanas el mundial comenzaba en la gélida Suecia, con temperaturas muy por debajo de cero, ahora toca México, con sus polvorientos y cálidos caminos.
Son las primeras pruebas del mundial, las denominadas de toma de contacto con las nuevas monturas y con los cambios, aunque este año son escasos, con lo que el bagaje a conseguir puede ser muy importante a final de temporada.
Hirvonen consiguió la primera victoria, corría en su terreno y pudo mantener detrás a un Loeb arriesgaba al máximo. Ahora, las tornas cambian, y aunque sobre tierra el teórico favoritismo sea para Ford y Hirvonen, Loeb consiguió las tres últimas victorias, el año pasado el mundial no acudió a tierras mexicanas, con lo que parten los dos con opciones igualadas.
El finlandés no debe dejarse puntos por el camino si realmente quiere aspirar al título, el año pasado perdió el campeonato por un único punto, en parte por la indefinición del equipo a principio de temporada, y este luchar por las victorias, todas, desde el principio.
Pero Loeb quiere su séptimo título, el último de la era WRC, y si quiere evitarse sustos de última hora, y tomarse las últimas citas de la temporada con más tranquilidad, ha de imponer distancias desde el principio.
Y es aquí, en las intenciones para el título, donde cobran importancia los segundos pilotos, tanto el español Dani Sordo (Citroen) y el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford), los cuales han de colocarse entre su jefe y el rival para ampliar así la distancia en puntos para la clasificación del mundial.
Así, las opciones de Sordo pasan por el podio, aunque podría luchar por la victoria en caso de que Loeb sufriera un abandono o quedara retrasado pronto.
También podrían dar la sorpresa otros pilotos rápidos sobre tierra, como el noruego Petter Solberg (Citroen) o su hermano Hening Solberg (Citroen). Asimismo, habrá que comprobar el rendimiento del finlandés Kimi Raikkonen (Citroen), en su primera prueba sobre esta superficie y tras sufrir unos problemas de espalda que le han impedido entrenar, y el del estadounidense Ken Block, que debuta con un Ford Focus.
Será en México donde debute la nueva clase S2000 donde está encuadrado el español Xevi Pons, que a los mandos de un Ford Fiesta y en una estructura comandada por Luis Moya intentará adquirir experiencia sobre el vehículo que será el superclase el próximo año.
México es una de las pruebas con más afluencia de espectadores en las cunetas. El seguimiento es masivo, aunque no es de las más fáciles para los pilotos, puesto que la altitud resta potencia a los motores, y el polvo impide la adherencia.
Ello hace perder tiempo a los que salen delante, Hirvonen el primer día, y quien va detrás puede controlar los tiempos de sus rivales y atacar o perder tiempo según su táctica.
El rally tendrá un total de 858,05 kilómetros de los que 354,86 serán cronometrados y repartidos en veintidós especiales. El viernes se disputará un total de 378,46 km de los que 139,08 serán cronometrados y repartidos en nueve especiales.
El sábado se disputarán 342,65 km, de los que 154,44 serán de velocidad y repartidos en nueve especiales; y finalizará el domingo con 136,94 km de los que 61,34 serán contra el cronómetros y repartidos en cuatro especiales.